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La radiación remanente del Big Bang indica que el universo es plano

Tres grupos de físicos exploran la geometría del cosmos

Igual que los grandes navegantes recorrieron los mares del planeta explorando su tamaño y la curvatura de su superficie, los astrónomos están haciendo observaciones en el cielo que muestran la geometría a gran escala del universo y la cantidad de materia y de energía que tiene. Los últimos resultados de estas observaciones indican que el universo es plano y apoyan una audaz teoría, propuesta hace 20 años, que ayuda a contestar la gran pregunta de qué desencadenó la gran expansión del cosmos, el Big Bang.Las últimas medidas se han tomado con detectores especiales para ver ligerísimas irregularidades, o arrugas, en el débil resplandor emitido en la gran explosión inicial y que permea todo el cosmos. Ese resplandor se llama radiación de fondo de microondas.

Los datos sustentan la teoría de la inflación cósmica que habría disparado el Big Bang, propuesta en 1980 por el estadounidense Alan Guth. También apoyan el descubrimiento, hace dos años, de que la expansión del universo está acelerándose.

Los científicos -de la Universidad de La Sapienza (Roma) y del Instituto de Tecnología de California- del experimento Boomerang han presentado ahora sus resultados en Internet, pero aún no han sido sometidos a revisión científica independiente. Las medidas se han tomado con un telescopio en un globo y a principios del año próximo se presentarán datos más precisos.

Tamaño de las 'arrugas'

Otros dos grupos, con instrumento diferentes, han dado a conocer resultados similares. Sus conclusiones se basan en los tamaños -aproximadamente un grado- de las arrugas en la radiación de fondo. Este tamaño es un indicador directo de la geometría a gran escala del universo que, según la teoría de la relatividad general de Einstein, esta determinada, a su vez, por la cantidad total de materia y energía que contiene. Y las arrugas de un grado indican que el universo es plano, es decir, que en él las líneas paralelas nunca se cruzan, como predice la teoría de la inflación, y no cerrado ni abierto, las otras dos posibilidades.Dado que la cantidad de materia encontrada por los astrónomos no puede producir un universo plano, debe haber alguna forma exótica de energía desconocida. La candidata más probable es la constante cosmológica, una energía con fuerza gravitatoria de repulsión que puede llenar el aparentemente vacío espacio. Einstein propuso este concepto, pero después renunció a la idea.

Según la inflación, una pequeña cantidad del espacio se hinchó tremendamente debido a la energía de campos predichos por las teorías avanzadas de la física. No importa qué curvatura tuviera esa parte del espacio al principio, porque la inflación la habría estirado, como la superficie de un globo que se hincha, en una fracción minúscula de segundo y habría creado un universo plano. El tremendo pozo de energía de la fracción inflada del espacio habría servido como combustible del Big Bang. Pero pese al estiramiento, la inflación habría dejado unas arrugas en ese universo explosivo.

La radiación de fondo fue emitida después de la expansión inflacionaria, unos cientos de miles de años después del inicio del universo. Desde entonces ha viajado por el espacio unos 15.000 millones de años, la edad actual estimada del cosmos, y nos llega como una radiación fósil.

Como se puede calcular el tamaño de las arrugas en el universo primitivo, su tamaño aparente en el cielo es una medida de si la radiación procedente de ellas ha viajado hasta la Tierra en trayectoria recta o curvada. Resulta que es recta, lo que indica que el universo es plano. Las arrugas en la radiación de fondo fueron descubiertas con el satélite Cobe en 1992, pero ese instrumento no tenía la precsión de los actuales.

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