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Siete 'balseros' cubanos muertos y tres rescatados cerca de EEUU

Siete balseros murieron, otros tres fueron rescatados con vida y tres más estaban anoche aún desaparecidos de un grupo de 13 cubanos que intentaba llegar a Estados Unidos. La embarcación zozobró el jueves frente a las costas de Florida. Los supervivientes son un niño de 5 años, al que unos pescadores encontraron aferrado a la cámara de un neumático, un hombre de 33 y una mujer de 22. La pareja se salvó agarrándose a los restos de la balsa. Les encontraron a sólo ocho kilómetros de Miami.

Los diez restantes tuvieron menos suerte. La guardia costera de EEUU había rescatado anoche siete cadáveres e intentaba localizar, con o sin vida, a los otros tres emigrantes cubanos. Según el testimonio de los supervivientes, el grupo zarpó el domingo de la ciudad cubana de Cárdenas, a 120 kilómetros al este de La Habana, en un bote de unos cinco metros de eslora. El jueves, ya cerca de su destino, la embarcación naufragó.La pareja de adultos que logró salvarse fue avistada por la guardia costera estadounidense frente a Cayo Vizcaíno, a unos ocho kilómetros de Miami. Sufrían deshidratación y quemaduras por el sol, y dieron la alarma de la existencia de otros náufragos, incluido el menor después rescatado.

El niño, Eloy González, fue ingresado el jueves en el hospital infantil Joe DiMaggio por deshidratación y cortes en una mano. Ayer le dieron el alta y quedó al cuidado de unos familiares que viven en Miami. El portavoz de la patrulla de fronteras dijo que EEUU permitirá a los tres supervivientes quedarse en el país. En el caso del menor, la decisión última depende de su padre, que sigue en Cuba. La madre, según relató el niño, falleció ahogada poco después de que el bote se fuera a pique.

El rescate de los restantes náufragos no tuvo éxito. La guardia costera encontró primero el cadáver de una mujer de unos 60 años. Unos pescadores hallaron ayer tarde los cuerpos de dos mujeres al norte de Miami y, ya por la tarde, un avión localizó los de los otros cuatro. Dos barcos de los guardacostas y un avión tenían previsto continuar durante toda la pasada noche con la búsqueda de los tres aún desaparecidos.

Ni la muerte ni el miedo a las deportaciones parece poder detener la fiebre de balsas que de nuevo se ha desatado en Cuba.

La ola de salidas ilegales y de incidentes se ha multiplicado de forma preocupante en los últimos días en la isla tras el naufragio de una lancha rápida hace nueve, que se saldó con la muerte de un hombre de 45 años. Dieciséis cubanos desembarcaron el jueves en Cayo Hueso. Desde enero, 940 cubanos han sido interceptados en alta mar por guardacostas estadounidenses.

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El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Alejandro González, fue preguntado ayer por los rumores de que el Gobierno de Fidel Castro está haciendo "la vista gorda" con los balseros para inducir un nuevo éxodo y obligar a Washington a que dé marcha atrás a la ley que permite que se queden en EEUU los cubanos que logran pisar tierra norteamericana. González respondió: "No existe la más remota posibilidad de que Cuba favorezca un éxodo hacia EEUU".

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