CiU aboga por el consenso, pero no modificará el fondo de la ley

Los nacionalistas catalanes no han modificado ni un ápice su posición contraria a cambiar el espíritu progresista de la Ley de Extranjería. Aunque ayer el ponente de Convergència i Unió (CiU), Carles Campuzano, abogó por reproducir en el Senado el consenso alcanzado en la redacción de la ley en el Congreso, los nacionalistas no están por la labor de conceder una tregua a sus socios del Partido Popular (PP). Incluso preferirían que la iniciativa no se aprobara en esta legislatura a verse en la tesitura de cambiar el fondo de la ley. CiU siempre podría sacar rendimiento electoral de ello en las próximas elecciones legislativas.El PP ha aplazado dos reuniones con CiU en los últimos días. Esperan negociar las posibles modificaciones durante el trámite de la ley en el Senado. Pero ayer, Campuzano ya avisó de las intenciones de CiU durante su intervención en el Congreso: "Adquirimos un compromiso público de aprobar la ley en esta legislatura, con voluntad de diálogo para mejorarla, pero sin abandonar el sentido que todos le hemos querido dar de integración social y no marginalidad".

Campuzano tan sólo reflejó con sus palabras el sentir unánime de CiU. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, y el líder de Unió, Josep Antoni Duran, ya expresaron en el último comité de enlace de la coalición que no piensan dar su brazo a torcer pese a las "inaceptables" presiones del Ejecutivo conservador.

El ponente de Convergència i Unió, contrariamente a las reservas expresadas por el PP, defendió el actual texto porque, a su juicio, no supone dejar las puertas abiertas a la inmigración ni tampoco fomenta la aparición de mafias. Al contrario, da mayores instrumentos para combatir este tipo de organizaciones y avanza en el reconocimiento de la igualdad de derechos. "Es una ley que da estabilidad", concluyó.