Miles de profesores de instituto protestan contra la política educativa de la Generalitat

Varios miles de profesores de secundaria de la escuela pública (4.000 según los sindicatos, 2.000 según la Guardia Urbana) llenaron ayer la plaza de Sant Jaume de Barcelona para protestar contra la política educativa de la Generalitat y evidenciaron así el malestar que ha generado la aplicación de la LOGSE. La movilización, convocada por la Asamblea de Profesores de Secundaria por la Defensa de la Enseñanza Pública (APSDEP), recibió el apoyo de los sindicatos USTEC-STEs, CC OO, UGT y CGT. También hubo concentraciones en Girona, Tarragona y Lleida.

El Departamento de Enseñanza intentó relativizar el éxito de las movilizaciones. "El 83% de los profesores de secundaria se encontraban trabajando en su centro en el momento de las movilizaciones", decía un comunicado, "y se puede concluir que la mayoría de los centros de secundaria han realizado hoy [por ayer] su actividad con plena normalidad y que la incidencia de la huelga ha sido muy baja"."Enseñanza sabe que lo importante es la gente que se ha concentrado y no el paro en sí", respondió el secretario de la federación de enseñanza de CC OO, Joan Carles Gallego. "Cada centro ha decidido si paraba las tres horas o no. La mayoría de ellos han impartido clases y han adelantando la hora de salida, otros han enviado una representación. Lo que se pretendía con el paro era facilitar que los profesores acudieran", explicó Gallego. USTEC-STEs, por su parte, calificó de incorrectos los datos de Enseñanza y ofreció otros: 90% de paro en los centros de la provincia de Barcelona, 30% en los de Lleida, 50% en los de Tarragona y 60% en los de Girona.

La APSDEP también evaluó de forma positiva la concentración, aunque sus miembros insistieron en las diferencias que les separan de los sindicatos que integran la Plataforma Unitaria por la Enseñanza Pública (USTEC-STEs, CC OO, UGT y CGT), tanto en lo relativo a los objetivos como al protagonismo de las movilizaciones. Este colectivo, pese a reconocer que sin el apoyo de los sindicatos no se habría conseguido movilizar a tantos docentes, les recriminan que "no tratan los problemas fundamentales y mezclan los de los docentes de secundaria con los de otros sectores educativos".

Todos ellos, sin embargo, consideran que la falta de recursos económicos, "la incompetencia en la gestión" y el hecho de que se haya favorecido al sector privado han llevado la enseñanza pública "a una situación preocupante". En este sentido, reclaman que se revise el derecho de matriculación para no concentrar a los alumnos con más dificultades educativas en determinados centros públicos.

La privada concertada

La gran diferencia entre los sindicatos que integran la Plataforma Unitaria y la APSDEP es que los primeros defienden los intereses de todo el sector educativo, mientras que los segundos representan exclusivamente a los profesores de secundaria. Por esa razón, incluso cuando coinciden en el problema, discrepan en la solución. Un ejemplo claro es la postura frente a la escuela privada concertada. Mientras que los sindicatos se limitan a pedir mayor control de la Administración sobre estos centros, los colectivos de profesores pretenden que "se reduzcan los conciertos en la enseñanza privada para frenar el cierre de aulas en la pública", así como que no se concierten líneas en la privada mientras haya plazas en los institutos de la misma zona, y tampoco en la enseñanza no obligatoria: bachillerato y Formación Profesional.

Otra diferencia significativa es la postura ante el Decreto de Derechos y Deberes de los Alumnos, la actual herramienta disciplinaria con que cuentan los centros escolares para enfrentarse al fenómeno de los conflictos que ha llevado la reforma a los institutos. Los colectivos de profesores consideran prioritaria su modificación "para hacerlo más ágil", mientras que los sindicatos no lo incluyen entre sus demandas.

La plataforma sindical, por otra parte, incluye aspectos salariales para recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos 10 años, cuestión que no figura entre las demandas de la APSDEP. En este sentido, uno de sus portavoces destacó que sus reivindicaciones tienen como único objetivo la mejora de la calidad de la enseñanza pública y se desentendió de las peticiones salariales de los sindicatos.

En cambio, el tema de conversación era común. Unos pisos más arriba, Jordi Pujol se afanaba en confeccionar su nuevo Gobierno. La ya conocida despedida del anterior titular de Enseñanza, Xavier Hernández, abría la puerta a las predicciones que apuntaban hacia la convergente Carme Laura Gil. "El profesorado ha indicado la directriz que debe seguir: respeto y prioridad a la enseñanza pública", dijo el secretario de USTEC, Carles Martínez.