CiU se opone a rebajar "el espíritu progresista" del proyecto consensuado

Convergència i Unió (CiU) se desmarcó ayer del Partido Popular (PP) al defender la actual redacción del proyecto de Ley de Extranjería, cuyo borrador ha sido consensuado entre todos los grupos del Congreso. Los nacionalistas se opondrán a modificar cualquier artículo que implique rebajar el "espíritu progresista" de esta norma, tal como pretende el Gobierno central al presentar una treintena de enmiendas al texto durante su trámite en el Senado, donde los conservadores tienen mayoría absoluta."No respaldaremos al Gobierno en ningún caso para modificar la Ley de Extranjería ni para realizar cambios de fondo porque la normativa debe aprobarse en esta legislatura y como está en lo básico", subrayó ayer el secretario general de Convergència Democràtica, Pere Esteve, en declaraciones a Antena 3 TV. Por su parte, el consejero de Presidencia de la Generalitat, Xavier Trias, se mostró sorprendido por el cambio de actitud del PP, lo que a su juicio es un síntoma de "tensión" en el seno del Gobierno.

El Grupo Parlamentario catalán empezó ayer a estudiar las enmiendas que el PP pretende introducir al texto. Fuentes del grupo mostraron su predisposición a negociar estas modificaciones y añadieron que no habrá ningún problema en consensuar los aspectos técnicos. Sin embargo, advirtieron de que no están dispuestos a cambiar el contenido básico de la ley, por ejemplo el artículo en el que se garantiza la obtención del permiso de residencia a todo aquel extranjero que lleve viviendo al menos dos años en España.

Brotes xenófobos

Los nacionalistas tampoco renunciarán a aprobar la nueva ley en el transcurso de esta legislatura, por motivos sociales y políticos. CiU pretende evitar con la ley futuros problemas de confrontación cultural en España, ofreciendo las suficientes herramientas de carácter sanitario, cultural, social o humanitario. Pero sobre todo para que no se repitan brotes xenófobos como el del pasado mes de junio en Terrassa.Convergència i Unió se considera el padre político del borrador. Fue el diputado Carles Campuzano quien impulsó, a principios de julio, las negociaciones para consensuar la modificación del antiguo texto legal. Los nacionalistas han hecho bandera electoral de ello, aprovechándolo durante la campaña de los comicios autonómicos de octubre.

La reforma de la ley acentúa, según fuentes de CiU, el perfil más progresista y social de la coalición, junto con propuestas como la ley de supresión del servicio militar. Estas iniciativas proporcionan a los nacionalistas un claro rendimiento electoral en Cataluña, ya que les apartan ideológicamente del PP y sirven para captar el voto juvenil. Además, CiU también lo utiliza para justificar ante su electorado el pacto con los conservadores en Madrid, apareciendo como los verdaderos artífices de estos cambios legislativos.

"De cara a las próximas elecciones generales nos conviene aparecer con este perfil más social, ya lo aprovechamos en las catalanas y es muy buena baza para las legislativas", apuntaron ayer fuentes de CiU.

Los nacionalistas quieren evitar a toda costa una situación similar a la provocada por la ley de parejas de hecho, cuando CiU apoyó sin fisuras al Partido Popular después de haber impulsado y aprobado en el Parlamento catalán una ley en el mismo sentido. Esta norma legislativa tuvo el voto a favor de todos los grupos de la Cámara excepto del PP, que optó por abstenerse.