Médicos Sin Fronteras desiste de pedir ayudas a la Agencia de Cooperación

La organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF), que el próximo 10 de diciembre recibirá en Estocolmo el Premio Nobel de la Paz, ha desistido este año de pedir subvenciones a la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) del Ministerio de Asuntos Exteriores. MSF ha criticado en los últimos años la política de la agencia dirigida por el ahora relevado Luis Espinosa, que en las dos últimas campañas les denegó las ayudas "por razones técnicas" a pesar de recibir dinero de otras administraciones.

El presidente de Médicos Sin Fronteras en España, Miguel Ángel Pérez, presentó ayer en la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Valencia, en compañía del secretario de la organización, Venancio Cermeño, y de la responsable en la Comunidad, Tona Civera, la memoria económica 1998-1999 y el resumen de las campañas humanitarias. El presidente de MSF afirmó que "desde siempre" ha habido críticas de la organización a la falta de sensibilidad de la AECI con este tipo de campañas."Hay una falta de entendimiento y comprensión del concepto de ayuda humanitaria", aseguró. Pese a ello, se negó a hacer una valoración de Espinosa ahora que ya no dirige la Agencia de Cooperación.

Miguel Ángel Pérez explicó cómo ha disminuido este año el peso de las ayudas institucionales a su organización. Así, explicó que para 1999 habían calculado que el 47% de su presupuesto (3.262 millones de pesetas) correspondería a subvenciones institucionales. El resto del dinero vendría de los socios (50.000 en toda España), colaboradores (107.000) y donantes anónimos. Sin embargo, el peso de la ayuda oficial ha bajado a un 33%.

Máxima independencia

"Médicos Sin Fronteras cuida al máximo su independencia y ésta se basa sobre todo en la independencia económica", aseguró el presidente. Por eso intentan que las ayudas sean lo más diversificadas posibles. En concreto, en 1998, el 58,7% llegó de manos privadas y sólo el 13,9% de instituciones españolas. El resto fue de gobiernos extranjeros (8,7%), la UE (15,5%) o las Naciones Unidas y otros organismos internacionales (3,2%).

Sin embargo, la AECI ha desechado en los últimos dos años sus proyectos y esta campaña MSF ha decidido no solicitar ninguna ayuda. Además, argumenta que de los 13.000 millones anuales que gestiona la AECI apenas 800 se dedican a campañas humanitarias. El resto está hipotecado por las obligaciones contraídas por otros ministerios. Cermeño explicó que los pactos bilaterales con otros países condicionan el destino de la ayuda de Exteriores a sectores económicos. Y además de obligar al destinatario a comprar a España los bienes que necesitan hasta puede implicar que el dinero se dedique a comprar armas.