El TAC del hospital de Mataró no fue revisado para entrar en servicio
La empresa encargada de la dirección facultativa de las obras de construcción del hospital de Mataró, CAST SA, no ha firmado aún la entrega de las obras de la sala de radiología donde el pasado septiembre se detectó un cruce de gases medicinales que podría ser la causa de la muerte de dos pacientes. Así consta en la documentación entregada al juzgado instructor a la que ha tenido acceso el comité de trabajadores del Consorci Sanitari del Maresme, que actúa como acusación particular.
En el sumario del caso, según el comité de trabajadores, no consta que se efectuaran pruebas ni comprobaciones técnicas en la sala del TAC (tomografía axial computerizada) del Servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital de Mataró ni antes ni después de que el servicio entrara en funcionamiento. La normativa, según los trabajadores, obliga a realizar estas comprobaciones para autorizar la puesta en marcha de una instalación de estas características.Ningún representante de la empresa directora de la obra CAST SA quiso hacer comentarios ante tales afirmaciones y ampararon su silencio en el hecho de que se sigue un proceso judicial que está investigando el caso. La empresa fue contratada por el Servicio Catalán de la Salud (SCS) para certificar y verificar que lo construido se ajustaba a las especificaciones técnicas. El SCS, no obstante, contrató en su momento una segunda empresa, ECA, para que realizara un segundo control de calidad, pese a que esta medida no es obligatoria.
Los trabajadores, en una nota hecha pública ayer, añaden que los responsables del servicio de mantenimiento del Consorci Sanitari del Maresme afirman que no tienen en su poder los certificados de Industria o boletines de instalación de las redes de gases.
El representante de los servicios jurídicos del Servico Catalán de la Salud, Josep Lluís Lafarga, aseguró ayer que la recepción de las obras está hecha, aunque no pudo concretar si ésta se realizó manifestando explícitamente que había alguna parte pendiente de una posterior comprobación o revisión.
Por otra parte Lafarga aseguró que toda la documentación que tiene el SCS acredita que las instalaciones del hospital habían sido controladas antes de que ésta entrara en funcionamiento y que en ningún caso se especifica que había que realizar nuevas comprobaciones en la sala del TAC. Aunque la conclusión es que los controles se realizaron, según Lafarga, "es evidente que no fue así porque sino se habría detectado el problema en la conexión de los gases medicinales".
El pasado miércoles, la juez instructora y el secretario judicial, asistidos por la Policía Judicial, y con la participación de la fiscal, un perito ingeniero y los abogados de las partes acusadoras -el del comité de trabajadores del Consorci Sanitari del Maresme y el de la familia de una de las pacientes que fallecieron presumiblemente por la anomalía descubierta en la sala del TAC-, realizaron una inspección ocular de las diferentes dependencias del hospital. La diligencia permitió inspeccionar de forma detallada los equipos técnicos de suministro de gases medicinales y comprobar que la tubería que transporta el protóxido de nitrógeno -un gas anestésico- estaba indebidamente conectada a la toma de oxígeno.
Precisamente está previsto que hoy viernes presten declaración los primeros testigos relacionados con el caso. La magistrada ha citado a declarar a las personas que descubrieron el error en la toma de gases medicinales de la sala del TAC, la jefa de enfermería del hospital, el jefe del servicio de mantenimiento y el técnico de electromecánica. La empresa directora CAST SA no quiso hacer ayer ninguna declaración sobre la cuestión.
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