El Rey anima a evitar la dispersión de esfuerzos que perjudican al aceite
El Rey animó ayer desde Jaén a la unidad de todos los sectores y organizaciones implicadas en el aceite de oliva. Don Juan Carlos instó a "evitar la dispersión de esfuerzos y objetivos" que perjudican al aceite y a "fomentar las sinergias que facilitan el cumplimiento de los objetivos individuales por el cauce de un fin común". El Rey, acompañado de Doña Sofía, inauguró el IV Año Mundial del Olivo, que coincide con la celebración de la 81ª reunión del Consejo Oleícola Internacional (COI). El rey alabó el aceite y celebró que esté reconocido por sus cualidades.
Los participantes en la ceremonia de apertura del IV Año Mundial del Olivo, a la que asistieron el ministro de Agricultura, Jesús Posada; la vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, y el presidente de la Junta, Manuel Chaves, coincidieron en que es necesario prestar una atención especial a la calidad del aceite y en que el mensaje hacia los mercados debe incluir los beneficios que supone para la salud. Destacaron también el empleo que genera y los beneficios medioambientales del olivar. "En una sociedad tan estrechamente intercomunicada como la nuestra", destacó Don Juan Carlos, "debemos cuidar esta imagen y el valor incalculable del aceite de oliva como sector productivo y recurso natural, protector del medio ambiente, y elemento imprescindible de una mejor calidad de vida". El Rey, en otro momento, insistió en que no se debe descuidar el aspecto social y el de la creación de empleo.
Don Juan Carlos subrayó el trabajo "en favor de la familia oleícola" que realiza el COI y reconoció las dificultades con las que se encuentra. Por eso, animó a este organismo intergubernamental a superar las barreras para "ganar esta partida".
Los Reyes almorzaron en la sede de la Institución Ferial, en la que se ha celebrado la asamblea del COI, con 130 invitados entre los que se encontraban el presidente de este organismo, Andreas Michael, y el director ejecutivo, Fausto Luchetti, junto a los ministros y embajadores de varios países.
Jesús Posada advirtió de que España va a seguir insistiendo en que se prohiban las mezclas , algo que perseguido en España pero que es legal en países como Francia. Recordó que en España hay 600.000 explotaciones oleícolas y cerca de 500.000 familias que viven del olivar.
Manuel Chaves añadió que la producción andaluza es un tercio de toda la que se da en la Unión Europea y resaltó que el olivar es un sector estratégico de la comunidad autónoma. La intervención del presidente de la Junta en la inauguración del IV Año Mundial del Olivo se resume en una frase: "El aceite virgen es sinónimo de salud, garantía de bienestar y símbolo de calidad".
Posada eludió referirse a la reforma de la OCM y se limitó a reconocer que habrá dificultades para conseguir un acuerdo equilibrado. Chaves comentó que se deben corregir los errores de la normativa vigente para que los productores reciban la misma ayuda, independientemente del país en el que se encuentren.
El que puso la nota negativa para los olivareros españoles fue el representante de la Unión Europea, Franco Milano, que en su intervención habló del aceite de oliva como un producto cuya oferta aumenta demasiado y el consumo interno y las exportaciones no son capaces de asimilarlo. Expresó así la opinión, denostada en España en la anterior reforma de la OCM, de que el aceite tiene excedentes. Milano pidió a cada país que controle sus propias producciones y fomente el consumo interno. Agregó que ante este problema se modernizó la OCM incluyendo los cupos por países, también criticados por España.
La asamblea del COI se cerró con la aprobación del balance de consumo y producción de aceite en el mundo de la campaña pasada y los avances para la actual. La previsión para esta campaña es que haya un descenso en la producción de un 14% y que se mantenga el consumo. Los mercados se abastecerán con los productos almacenados.
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