Varias plantas de la comisaría de la Gavidia en Sevilla se encuentran en estado de abandono
Agujeros en paredes, cables eléctricos al descubierto, la fachada revestida con redes para evitar desprendimientos, techos caídos y basura amontonada en habitaciones. Está es la situación en la que se encuentra la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía conocida como la de la Gavidia, situada en la Plaza de la Concordia, en pleno centro de Sevilla. Un inmueble donde diariamente cientos de personas acuden para renovar el documento de identidad y el pasaporte o presentar denuncias. Los sindicatos policiales califican el edificio de "ruinoso y tercermundista".
La comisaría construida en 1966 tiene el honor de haber albergado a muchos presos políticos antifranquistas andaluces durante los años de la represión del dictador Francisco Franco. Dirigentes sindicales y estudiantiles o figuras políticas como el actual presidente de la Junta, Manuel Chavez, José Rodríguez de la Borbolla o Benítez Rufo pasaron por sus celdas. Está ubicada en la céntrica plaza de la Concordia de Sevilla, antes llamada plaza del 18 de julio -para rememorar la fecha del inicio del golpe de Estado franquista- aunque siempre ha sido conocida popularmente como la de la Gavidia, por el nombre de otra plazuela adyacente al edificio. Fue sede central de la Policía en Sevilla hasta que ésta fue trasladada en 1992 a un nuevo edificio situado en la calle Blas Infante.
El sueño de muchos antifranquistas de ver derruida la comisaría se puede convertir en realidad, pero más debido a la desidia y dejación de la actual Dirección General de la Policía, que a una acción de la justicia.
La imagen del exterior del edificio es reflejo del abandono. La fachada de la entrada está cubierta con una red para evitar que las piezas que se desprendan puedan alcanzar a los viandantes. En otros tramos se descubre que faltan planchas de la pared exterior.
Pero en el interior es donde se muestra el auténtico desastre. Salvo la primera planta, donde se recibe a los ciudadanos, que se encuentra en un aparente buen estado -según el secretario general del sindicato Unión Federal de Policía (UFP), José Méndez: "Es sólo para lavar la cara ante el público"- los otros tres pisos están prácticamente abandonados.
Miembros de la Dirección General de la Policía en Madrid comentaron ayer "no saber nada a cerca de ese edificio". Este periódico intentó hablar con algún responsable de la Jefatura de Policía de Sevilla siendo imposible al estar organizando el dispositivo de seguridad del partido España-Argentina.
Las escaleras están rotas. Es fácil encontrarse bolsas de cemento tiradas en cualquier parte. Multitud de cables eléctricos se encuentran al descubierto, sin ningún tipo de protección. Los mismos agentes desaconsejan coger el ascensor.
En decenas de habitaciones abandonadas, los huecos de los aparatos de aire acondicionado están todavía sin tapiar, las persianas rotas se amontonan sobre las puertas destrozadas y las paredes exhiben evidentes manchas de humedad. Los cuartos de baño sólo invitan a marcharse y los perforados techos de varias estancias dejan entrever las tripas de una construcción que necesita una urgente cura. Algunas habitaciones son verdaderos vertederos donde se hacina documentación, antiguas fichas policiales o pasquines requisados en apoyo de la banda terrorista GRAPO. José Méndez recalcó: "Varios agentes se han tenido que pintar ellos mismos sus despachos para poder empezar a trabajar. Y esto hay que verlo cuando llueve. Se inundan las oficinas hasta alcanzar un palmo de agua".
Méndez explicó que ya están cansados de enviar actas con peticiones a la Dirección General de la Policía. "No veo solución para esta comisaría porque no hay voluntad política de mejora", apostilló. El responsable de UFP descargó las culpas sobre la "ineficacia y el fracaso" del Plan 2000 en el que se preveía la renovación de los medios materiales. "Han llegado los coches nuevos, pero en las dependencias todavía no se ha actuado y el incremento de personal ha sido ínfimo. La Jefatura de Sevilla no cuenta con recursos y sólo puede parchear y la Dirección General no hace nada".
Un portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) fue contundente a la hora de concretar la condición del inmueble: "Ruina".
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