_
_
_
_
_
LA INVESTIDURA DE PUJOL

Maragall propone revisar el Estatuto para adaptarlo al Tratado de la Unión Europea

Enric Company

Pasqual Maragall dedicó su primer debate parlamentario con Jordi Pujol a erigirse en alternativa de gobierno y a predecir que el cambio "es imparable". El candidato a la investidura y el aspirante a sucederle mantuvieron un vivo debate sobre la relación de Cataluña y España, la descentralización de la Generalitat, el papel de los municipios, la reforma de la educación y la revisión del estatuto de autonomía propuesta por Maragall para adaptarlo al Tratado de la UE. Maragall finalizó el cruce de réplicas con una declaración de "respeto y afecto personal" a Pujol que éste no correspondió.

Más información
Jordi Pujol logra ser investido presidente por sexta vez gracias a los votos del PP
Carod critica que Pujol no reclame un concierto económico similar al vasco
Los votos del PP dan a Pujol la investidura en primera votación

La confrontación entre Pujol y Maragall estuvo presidida por un exquisito trato entre ambos. Tanto fue así que, en su último turno de palabra, Maragall agradeció a Pujol que no hubiera "abusado de las menciones al PSOE" para destacar contradicciones entre sus propuestas y las de sus compañeros socialistas del resto de España. Maragall rechazó que una hipotética victoria del PSOE en las próximas elecciones legislativas fuera a suponer una dificultad para su tarea como líder de la oposición en Cataluña. "Por mucho que diga Almunia, aquí haremos lo que tenemos que hacer", afirmó.Maragall dedicó su primera intervención a exponer lo que definió como "el programa del cambio", que, según recordó, el 17 de octubre obtuvo más votos que el del continuismo que representaba Pujol. Insistió en que el cambio consiste tambien en una nueva forma de gobernar Cataluña, para lo que hace falta reactivar el papel del Parlamento catalán, liberar a la radiotelevisión pública autonómica del control del Gobierno y elaborar una nueva ley electoral.

Después, Maragall expuso sus prioridades: la mejora de la educación y, en particular, la transición de la escuela al trabajo; la descentralización de la administración de la Generalitat, con la creación de siete regiones; el aumento de la capacidad de gestión de los municipios; su propuesta federal para la financiación y el desarrollo autonómico y la propuesta de revisar el Estatuto de Autonomía para adaptarlo al Tratado de la Unión Europea.

Pujol aceptó la oferta de consenso para plantear una posición conjunta de todas las fuerzas catalanas en la reforma de la finananciación autonómica. Pero rechazó la descentralización y dar más poder a los municipios, advirtió que la reforma del Estatuto exige mayoría absoluta en las Cortes Generales y se quejó de que "los esfuerzos de responsabilidad hechos por CiU en 1993 y 1996" al facilitar la gobernabilidad de España "han sido correspondidos con un trato fiscal injusto".

Maragall denunció que Pujol ha utilizado el poder para influir a su favor en los medios de comunicación privados. Pujol le replicó: "No lo dirá por EL PAÍS". Maragall explicó que se refería a que las concesiones de frecuencias de radio realizadas por el Gobierno de la Generalitat "han convertido a un presentador de la televisión pública catalana, Josep Puigbó, en propietario de una de las más importantes cadenas privadas de radio". Y agregó que la ciudadanía puede tener la impresión de que "desde lo público se fabrica lo privado" y se abre la vía a crear oligopolios "menos saludables todavía que los monopolios públicos".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_