Cubierta la nave central de la Sagrada Familia

La construcción de la Sagrada Familia ha rebasado su ecuador al cubrir la nave central: más de la mitad del proyecto está ya levantado. Desde la administración del templo se calcula que si el ritmo de la financiación y los avances de las investigaciones continuasen como hasta ahora se tardarían 50 años en finalizar la iglesia. Sin embargo, desde que en 1992 el arquitecto Josep Gómez -del departamento de estructuras de la Politécnica- inició la investigación sobre la manera de representar gráficamente las ideas de Gaudí, el proceso de construcción se ha acelerado notablemente.

En 1936, durante la Guerra Civil, el templo sufrió un incendio que echó a perder casi todos los dibujos de Gaudí. Un amigo del arquitecto, Lluís Bonet Garí, pudo salvar los modelos de yeso en los que aquél había trabajado en 1914 y el día de su muerte en 1926. Durante esos 12 años, Gaudí trabajó con yeso, que era entonces la única manera de plasmar sus ideas -tan difíciles de dibujar- en tres dimensiones. Actualmente la construcción de la Sagrada Familia depende de dos cuestiones fundamentales: el ritmo de las investigaciones que ayudan a desvelar las intenciones de Gaudí y la financiación obtenida a través de donaciones y de la venta de entradas. Desde que el departamento de Estructuras de la UPC desarrolla las formas imaginadas por Gaudí, una de esas constantes, la investigación e interpretación del diseño gaudiniano, ha avanzado notablemente. "Hoy en día, el trabajo de los ordenadores ha conseguido acelerar el tiempo de ejecución de la obra. Una vez finalizada la bóveda de la nave central, se comenzarán a levantar las torres centrales del templo, y en un año esta nave estará prácticamente acabada", informó el arquitecto Josep Gómez. El proyectista de la UPC señaló como clave en la construcción del templo el momento en que se averiguó que -como era tradicional en el siglo XX- Gaudí calculaba sus estructuras utilizando un sistema duodecimal, en lugar del decimal que empleamos hoy en día: "Gaudí era un arquitecto matemático y perfeccionista. Sus formas están todas controladas geométricamente. El sistema duodecimal permite una mejor división que el decimal". Como ejemplo, Gómez explicó que "el número de vértices de las columnas que sustentan la nave central aumenta a medida que ascienden. Así, los primeros ocho metros son columnas dóricas de 16 lados, los cuatro metros siguientes tienen 32, y los dos siguientes, 64 vértices formando una columna prácticamente circular".

A propósito de las columnas de la nave central, Teresa Martínez, responsable de comunicación del templo, recordó que Gaudí empleaba los materiales de acuerdo con su resistencia. Así, las columnas más exteriores -que soportan menos peso- son de piedra, las siguientes de granito, las centrales de basalto y las cuatro que soportan más peso, de pórfido, una piedra iraní muy resistente. "Hoy en día el uso de un material u otro sería anecdótico porque las columnas están armadas y, por lo tanto, pueden soportar más peso que la resistencia de su material. Gaudí intuía que esto ocurriría, pero por si acaso, hasta en el uso de materiales mantuvo el sistema de proporciones", afirmó.