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Varios alcaldes del Vallès rechazan la propuesta de Fomento para la B-30

"Ni se nos escucha ni se nos responde. Estamos indignados". La socialista Montserrat Tura, alcaldesa de Mollet, se expresaba en estos términos como portavoz de los ayuntamientos de La Llagosta, Santa Perpètua, Montcada, Barberà, Rubí, Cerdanyola, Castellbisbal, Ripollet y Barcelona. Ninguno de los representantes municipales de estos diez municipios está de acuerdo con la reforma de la B-30 ni con el trazado del tren de alta velocidad (AVE) que ha propuesto el Ministerio de Fomento.

El Gobierno central ha hecho oídos sordos a todas las propuestas de los organismos locales, a pesar de que son los que mejor conocen cómo van a afectar estas nuevas infraestructuras viarias a la población. "Creen que pueden poner en marcha la excavadora y hacer lo que les apetezca. Albert Vilalalta ni siquiera nos ha recibido", manifestó Tura. Ante la falta de respuestas y las continuas largas que se dan a la solicitud de reuniones, estos municipios no descartan presentar una queja ante la Unión Europea.Hace ya casi un año que estos ayuntamientos presentaron un estudio realizado por un equipo de expertos en el que se detallaban una serie de alternativas para que el tramo entre Mollet y El Papiol se convirtiera en "un verdadero corredor ferroviario" y el trazado del AVE "no fuera radial en torno a Barcelona, sino que multiplicara por 10 las posibilidades de la red ferroviaria".

Once meses después no ha habido respuesta ni se ha reunido la comisión mixta constituida por el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y el Ministerio de Fomento que se creó para discutir el trazado

Los ayuntamientos tampoco están de acuerdo con el proyecto de reforma de la B-30. Los laterales de la A-7, alrededor de la cual se concentra cerca de la mitad de la actividad económica catalana, están continuamente colapsados. Ayuntamientos, entidades y cámaras de comercio reivindican desde hace años una solución al problema, pero la propuesta anunciada por Fomento no es ni de lejos la óptima, a juicio de los ayuntamientos.

Para los representantes municipales y las dos cámaras de comercio del Vallès y la de Manresa, es necesario que esta vía sea de "largo recorrido y desempeñe el papel de cinturón metropolitano, uniendo las diferentes áreas de actividad económica", explicó Tura. El proyecto presentado no tiene en cuenta estos dos requisitos y "se limita estrictamente a cumplir el convenio firmado con ACESA [empresa concesionaria de la autopista]".

"En un principio se habló de una inversión de 32.000 millones de pesetas y ahora se ha reducido a 9.000 millones. Eso ya lo explica todo", resumió la alcaldesa de Mollet. Una de las principales reivindicaciones de entidades e instituciones era la supresión del peaje de la A-7 en Sant Cugat porque hace que la autopista esté infrautilizada, ya que sólo circula por ella 20% de los automóviles. En el documento que presentaron hace ya un año también criticaban que la autovía del Baix Llobregat, pese a cruzarse con la A-7, no tiene acceso a ella, y presentaban 11 propuestas de enlaces y conexiones. El Gobierno tampoco ha respondido a estas alternativas planteadas por los ayuntamientos del Vallès, las dos cámaras de comercio de esta comarca y la de Manresa, y la Universidad Autónoma de Barcelona.

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