Un ensayo reúne la vida y el entorno de los 18 monarcas españoles
'Los Reyes de España' resume cinco siglos
El pueblo español es el que más reyes ha expulsado a lo largo de la historia. La curiosa relación que a lo largo de los últimos cinco siglos han mantenido los españoles con los 18 monarcas que han marcado su destino, desde Isabel y Fernando en las postrimerías del siglo XV, hasta la monarquía parlamentaria de Juan Carlos I, se resume en Los Reyes de España (Siglo XXI), una colección de retratos, compilada por Walter L. Bernecker (Baviera, 1947).
Bernecker, catedrático de Estudios Internacionales de la Universidad de Erlangen-Nümberg, ha trabajado con historiadores alemanes y españoles en la redacción de Los Reyes de España.El historiador Santos Juliá sostiene en el prólogo de este relato autobiográfico que la monarquía como institución ha acabado gozando de mejor suerte que los monarcas como personas. "En apenas un siglo, desde 1808 a 1931, por una razón u otra, hasta seis reyes de España perdieron temporal o definitivamente la Corona". Solían despedirlos con coplas o les acompañaban cortésmente a la frontera, pero nunca recurrieron al patíbulo como sus vecinos franceses, o como los ingleses o los rusos. "España", apunta el historiador español, "ofrece la sorprendente peculiaridad de ser el país con más reyes enviados al exilio y con más restauraciones monárquicas".
En esa línea, la subida de Juan Carlos I al trono, el 22 de noviembre de 1975, es considerada por el profesor Bernecker como el caso más excepcional. "Hasta principios del siglo XX la monarquía era la forma de estado tradicional de España; lo curioso es que se recuperara después. Puede parecer un poco anacrónico, pero no lo es dado que no se trata de una monarquía tradicional, sino de una monarquía moderna y democrática. Otro tipo de Estado no hubiera tenido éxito; también los reyes españoles han aprendido de la historia; a finales del siglo XX, en Europa hubiera sido impensable instaurar una monarquía autoritaria como la de Alfonso XIII", aseguró el hispanista alemán el pasado viernes.
Bernecker, que es autor de la biografía de Juan Carlos I en el libro, llama la atención también sobre otro fenómeno curioso: los españoles, según todas las encuestas de opinión, han pasado en los últimos 25 años de la ambigüedad más total a considerar la Monarquía como la institución más altamente valorada.
Su análisis es que los españoles no se han vuelto monárquicos "de ayer a hoy". Se trata, concluye el hispanista alemán, de un problema de personas y no de instituciones: "Lo que de verdad se aprecia es el comportamiento político del Rey. Mientras siga así la Monarquía será estable y tendrá futuro. Como en una ocasión dijo el propio Juan Carlos, lo de ser Rey hay que conquistarlo día a día".
Bernecker no coincide del todo con los que califican de glorioso el pasado monárquico de España bajo los Reyes Católicos pero decadente por la acción de los príncipes extranjeros.
"La monarquía no ha sido peor que en otros casos europeos. Hasta el siglo XVIII fueron absolutistas y en el XIX se hicieron constitucionales y, naturalmente que su papel fue importante y condicionó la marcha del país, pero no se les puede acusar de haber desviado a España de cumplir un papel más importante en la historia".
La polémica
Para este hispanista, que creció y se enamoró de España cuando era un niño y vivía en San Sebastián (su padre era el director del Colegio Alemán), de entre todas las dinastías que han conformado la historia de España destaca la labor tanto a los Reyes Católicos, puesto que bajo su mandato se formó lo que hoy es el Estado español, como el reinado de Carlos I, uno de los más polémicos y criticados por los liberales al embarcar a España en una política imperial que agotó todos sus recursos.Bernecker, que acaba de publicar España, entre la tradición y la modernidad (Siglo XXI), se considera un especialista en la guerra civil española sobre la que ha publicado numerosos estudios. A menudo trabaja codo a codo con historiadores españoles y defiende la ventaja de integrar aspectos metodológicos de otras lenguas. "La distancia geográfica ofrece una mayor libertad de análisis. Como en el proverbio alemán que dice que los árboles impiden ver el bosque".
