"Cimentar el futuro" en los municipios

Los documentos de HB no contienen ninguna proyección sobre cuál pueda ser la trayectoria de ETA, ni modifica la valoración de las "otras formas de lucha", si bien desaparece el concepto de kale borroka (lucha callejera), aunque anticipa que ésta no se basará ni en la "legitimidad ni en la mera denuncia de sus consecuencias". Uno de los documentos incide en el apoyo activo a todas las iniciativas y grupos para la creación de "un nuevo marco jurídico-político", sin esperar a "una hipotética negociación" política entre ETA y el Estado. Para conseguir el avance de "la construcción nacional y la transformación social", HB propugna "reforzar la lucha popular" "por medio de la movilización y la desobediencia", en todos los ámbitos.El método fundamental que HB plantea para extender sus planteamientos es la "presión", aplicada a través de la herri borroka (lucha popular), que engloba todo tipo de movilizaciones y hace complementaria con la lucha ideológica y la institucional. Concede prioridad al trabajo en los ayuntamientos (para impulsar la asamblea de municipios vascos Udalbiltza), si bien HB resalta también la importancia de incorporarse a las Juntas Generales y Diputaciones forales por ser "instituciones que el pueblo ha defendido durante siglos", pero siempre con carácter instrumental. "El objetivo no es gestionar las instituciones (...), sino comenzar a cimentar la Euskal Herria libre del futuro", puntualiza.

HB mantiene el veto a la participación en el Gobierno vasco por considerar que éste refleja "la partición" territorial del país, y el incremento de la actividad en el Parlamento de Vitoria la justifica HB en "el único objetivo de evitar que los partidos españoles estén en dicho Gobierno y para que la institución de Gasteiz se posicione a favor del proceso".