_
_
_
_

El trompetista Mark Isham muestra su talento en España

En el currículo de Mark Isham no falta de nada: hijo de violinista y profesor de música, estudios rigurosos de piano, violín y trompeta, conciertos con este último instrumento en orquestas sinfónicas, sólida experiencia como programador de sintetizadores, pionero de la new age y, por fin, colaborador, tanto en estudio como en vivo, de figuras del pop y del rock como los Rolling Stones, Van Morrison, Bruce Springsteen y Joni Mitchell, entre muchos otros. Aunque parezca imposible, en esta apretada trayectoria todavía hay que hacer hueco a sus dos principales actividades, la de compositor de bandas sonoras y la del jazz. Precisamente en su faceta jazzista actuó ayer en Cartagena y hoy lo hace en Galapagar al frente de The Silent Way Project.En el campo del jazz, Isham todavía está en vías de ganarse una reputación similar a la que goza en el cine (ha firmado más de 50 bandas sonoras), pero ha arrancado con fuerza impulsado por un par de atractivos discos, After glow y Miles remembered, que demuestran su solvencia en la materia. El trompetista descubrió el jazz en 1966 a través de una pieza de Cannonball Adderley que escuchó en la radio, pero la pulcritud formal del histórico saxofonista pronto se eclipsaría por el impacto casi brutal de la música de Miles Davis. "Cuando capté su mensaje se convirtió en la influencia más decisiva de mi carrera", dice.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_