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El color no delinque

La Asociación Afro-Vasca reclama que no se "machaque" a su raza y pide oportunidades

Naiara Galarraga Gortázar

Los inmigrantes y refugiados africanos de la Asociación Afro-Vasca están muy preocupados. Sienten que el rechazo hacia los negros está subiendo enteros en la sociedad. "No se puede machacar a toda una raza porque algunos de sus miembros se dediquen, por desgracia, a la delincuencia". El presidente de la Asociación Afro-Vasca, Simón Emmanuel Kelbaba, dejó claro ayer que ser africano no es de ninguna manera sinónimo de delincuente. Aunque haberlos, los hay. Como también del resto de los colores.El detonante de la conferencia de prensa que ofreció ayer en Bilbao, junto su antecesor en el cargo, el angoleño Jean Bernabé Moussayou, fue un "episodio racista" ocurrido al propio Kelbaba el pasado día 3. El escenario fue un bar del barrio Bilbao La Vieja, probablemente el que mayor propoción de inmigrantes tiene entre sus vecinos. Kelbaba entró en el local con intención de comer. "Se me acerca la camarera y me dice que dice su padre [el dueño] que no me sirva". El preguntó que por qué. Y ella le contestó, según el relató de Kelbaba: "Porque aquí entran negros a comer que si hay cerdo no comen". El Islam prohíbe comer cerdo. El presidente de la Afro-Vasca regresó al bar con la Policía Municipal. El dueño siguió en sus trece. Kelbaba presentó una denuncia ante ese cuerpo. Este diario habló ayer con un responsable del local, que prefirió no dar su versión de los hechos.

Este camerunés de origen, que llegó a España hace ocho años y es bilbaíno desde hace cinco, no confía demasiado en la Justicia. "Jamás hemos ganado un caso" de las denuncias presentadas por agresiones. "No tenemos protección de la Justicia, ni de la Administración y el pueblo nos rechaza por el mero hecho de ser de color". El último informe del Ararteko, el Defensor del Pueblo de Euskadi, indica que la mayoría de las personas identificadas por la Policía Municipal en la zona San Francisco-Bilbao en 1997 eran españoles. El 22% era extranjero.

Kelbaba explicó que lo que le pasó el día 3 es sólo el último ejemplo conocido de episodios que, quiso dejar claro, no se dan sólo en determinadas zonas.. "No es la primera vez, a éste le ocurrió exactamente lo mismo", dijo señalando al expresidente. Moussayou recordó que este año se han negado a servirle en tres bares.

Su reivindicación es nítida: "Reclamamos que se nos trate según nuestros comportamiento, no por la raza o el origen". Y pidió oportunidades para los inmigrantes. Vino a decir que si las autoridades les dieran los papeles, las cosas serían bien distintas. Se mostró convencido que ninguno de los han salido de Calamocarro [el campamento de inmigrantes irregulares en Ceuta] con su situación regularizada ha sido detenido después.

"Por favor, que no nos empujen al camino de la delincuencia", suplicó. Recordó que no han venido "a fastidiar a nadie". Y añadio que antes del desembarco de los de su raza y el resto de los inmigrantes "aquí ya había droga, no la hemos traído nosotros".

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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