El IRA se suma a la negociación en el Ulster con una oferta de alto el fuego inquebrantable

El Ejército Republicano Irlandés (IRA) ha presentado al ex senador estadounidense George Mitchell -mediador en el conflicto de Irlanda del Norte- una declaración que podría desbloquear la entrega de las armas y facilitar así la fomación del Gobierno autónomo. Aunque la propuesta del IRA no satisface aún las expectativas del Gobierno británico, tiene dos novedades esenciales: la organización entra por primera vez en contacto directo con los mediadores -sin la intemediación del Sinn Fein, su brazo político-, y garantiza que el alto el fuego será "inquebrantable".

El cambio de posición llega en un momento clave: en plena revisión del Acuerdo del Viernes Santo en el mismo castillo de Stormont (Belfast) que lo alumbró, donde ambos bandos no parecen hallar la fórmula adecuada para salir del parón.Reunidos en Stormont, bajo la dirección del mediador estadounidense, los líderes católicos y protestantes estudiaban ayer una serie de fórmulas para poner en marcha la formación de un Gobierno autonómo, eliminar el control directo de Londres sobre la provincia y, lo que es más importante, acabar con años de violencia sectaria.

La propuesta del IRA -de la que no existe constancia, pero que todas las fuentes dan por cierta- no garantiza el decomiso de las armas, pero sí incluye la posibilidad de un compromiso de la organización sobre el cese definitivo de la violencia, más allá de un alto el fuego provisional.

Para los partidos unionistas, las nuevas ideas del IRA, presentadas al ex senador Mitchell, se quedan cortas respecto a las expectativas del Gobierno británico, pues hace cuatro meses el propio Tony Blair reclamó "un giro sísmico" republicano.

El Sinn Fein, que es el frente político del IRA, ha puesto en circulación un comunicado en el que "deplora" la violencia en Irlanda del Norte. Ésta sería la expresión más aproximada de condena de los atentados y asesinatos perpetrados por el IRA y supondría un desafío implícito para que las numerosas e igualmente violentas bandas paramilitares hagan lo propio.

Pero quizás lo más importante del paso dado por el IRA, de confirmarse una de las versiones que circulaban ayer en Belfast, sería la designación de un alto miembro de la organización armada como interlocutor ante la comisión internacional de desarme, que preside el general canadiense John de Chastelain.

En medios republicanos se descarta que el IRA emita un documento oficial con una declaración formal sobre el fin de las hostilidades contra las fuerzas británicas en la provincia.

Paz inquebrantable

Según diversas fuentes, la propuesta del IRA no contiene promesas de desarme -algo con lo que David Trimble, líder del Partido Unionista del Ulster (UUP), la principal fuerza política de la provincia, se conformaría-, sino que ofrece un compromiso para "una paz inquebrantable". Esa frase reforzaría la tregua declarada hace dos años y que Londres ha aceptado como válida, a pesar de las protestas unionistas.Las dos medidas adoptadas por el lado republicano -el documento del Sinn Fein en el que se "deplora" la violencia y una eventual promesa de mantener una "paz inquebrantable"-, están destinadas a aumentar la presión sobre Trimble, para que acepte la formación de un Gobierno autónomo de Irlanda del Norte con el Sinn Fein en él. Es el paso imprescindible para que el proceso iniciado hace dos años comience a dar frutos.

Trimble encontrará inevitable oposición entre las filas del UUP, que exigen un desarme total del IRA, como condición indispensable para iniciar la formación del comité ejecutivo (de hecho, un Gabinete en el que el Sinn Fein tendría dos escaños). Son varios los sectores unionistas radicales que acusan a Trimble de "venderse" al Sin Fein.

Michael McGimpsey, un alto negociador unionista, dejó entrever que las esperanzas de un arreglo existen. "Los puntos centrales siguen sin resolverse, pero existe voluntad de negociar en buena fe", dijo. "Lo importante es ser paciente y obtener algo que realmente funcione".

Las conversaciones continúan mañana y es posible que antes del fin de semana Mitchell parta de regreso a Estados Unidos con un bosquejo de un plan de paz más al alcance que nunca.