El rey de Marruecos destituye al ministro que controló el régimen durante 20 años

Mohamed VI tomó ayer la decisión más importante de su corto reinado. Destituyó de su cargo al que había sido durante 20 años el más fiel colaborador de su difunto padre, Hassan II. Anunció personalmente su relevo a Dris Basri, ministro del Interior, encargado además de los asuntos del Sáhara, el hombre más temido de Marruecos. La destitución del primer policía del reino se ha acelerado, según fuentes cercanas al Ejecutivo de Rabat, por el cariz que han tomado los acontecimientos en la ex colonia española, donde los saharauis manifiestan su descontento desde finales de septiembre. Es la llamada Intifada saharaui.

Asociado con lo que la prensa marroquí llama "los años del plomo", en los que la represión política fue más virulenta, Basri, de 61 años, había perdido poder desde la entronización de Mohamed VI, a finales de julio pasado. Aun así, se creía que el joven rey iba a seguir utilizándole, porque Basri era el mejor conocedor de la situación en la ex colonia española, donde está prevista la celebración de un referéndum organizado por la ONU. Con la destitución, el monarca ha querido, probablemente, marcar un nuevo rumbo a su reinado y apaciguar el descontento de los saharauis, que han señalado a Basri como el principal responsable de la represión. Para sustituir a Basri, el monarca ha nombrado a un ministro del Interior, Ahmed Midaoui, y a un secretario de Estado, cargo de nueva creación que desempeñará Fuad Alí el Hima, compañero de colegio del rey.