Almunia acusa a Rato de mentir y de conocer de antemano el escándalo de Telefónica

El líder del PSOE, Joaquín Almunia, elevó ayer notablemente el tono y la hondura de su crítica hacia el Gobierno a cuenta del escándalo desatado en torno a las opciones sobre acciones de Telefónica. Desde París, Almunia tachó al vicepresidente económico, Rodrigo Rato, de "mentiroso, demagogo y sofista" por burlarse de él en su apreciación de que con los 45.000 millones de pesetas que van a repartirse 100 directivos de la empresa que preside Juan Villalonga muy bien podrían sufragarse parte de las medidas que él está ofreciendo al electorado.

El secretario general del PSOE, además, acusó al vicepresidente de "conocer lo que estaban haciendo los directivos de Telefónica" y aseguró tajante que no sólo los de esa compañía van a disfrutar de esa modalidad de adquisición de acciones, sino que "lo están haciendo todos los presidentes de empresas privatizadas nombrados por Aznar". En un tono inhabitual en Joaquín Almunia, la crítica al Gobierno se elevó ayer notablemente al acusar al Ejecutivo de haber propiciado "una red de poder económico escandaloso que conculca las reglas del juego".El secretario general del PSOE, que participa en la reunión que celebra en París la Internacional Socialista, dio muestras del enfado que le ha producido escuchar del vicepresidente económico, Rodrigo Rato, tildarle de "mago", en tono de burla, al conocer que el líder del PSOE emplearía esos 45.000 millones que directivos de Telefónica obtendrán por opciones sobre acciones en sufragar, por ejemplo, la gratuidad de los libros de texto y la conexión de Internet a todas las escuelas públicas.

"Abuso de poder"

"Pero no, el dinero se lo quedan los presidentes de empresas públicas privatizadas y el señor Rato sabía lo que se estaba haciendo con las stock options ; él sabía el escándalo que se estaba organizando a través del abuso de poder pero el señor Rato es este ministro que ha bajado los impuestos a los presidentes de estas empresas para que ganen más dinero; el señor Rato tiene una afición excesiva a hacer trampas, es un trilero", espetó Almunia.Antes, el secretario general de los socialistas, en tono enérgico, aseguró que él no era ningún mago sino una persona con limitaciones. Enseguida se enzarzó con el vicepresidente: "El señor Rato es un demagogo, es un mentiroso, es un sofista".

Primero le acusó directamente de saber las condiciones contractuales de los directivos de Telefónica y de otras empresas, aunque en consideraciones realizadas minutos después emplazó al vicepresidente a que "diga todo lo que sabe de estas condiciones, que lo diga ya, porque todo se sabrá y también que él lo ha ocultado".

Esta semana parlamentaria va a transcurrir a partir del miércoles por estos vericuetos, ya que Joaquín Almunia emplazará mañana miércoles en la sesión de control al Gobierno a que su presidente, José María Aznar, dé su opinión sobre esta modalidad de pago suplementario a los presidentes de empresas públicas privatizadas. "Este Gobierno, a los ojos de la opinión pública, ya no tiene ningún crédito cuando dice que eran centristas; son los que eran y vienen de donde vienen y casi cuatro años después de llegar al poder todo el mundo lo sabe", afirmó.

A Joaquín Almunia se le preguntó sobre un comentario de Javier Arenas, secretario general del Partido Popular, según el cual en esta reunión de la Internacional Socialista, en la que participan 25 primeros ministros y representantes de 143 países, hay "progres", en tanto que en el Partido Popular están los "progresistas".

Pasado o futuro

Una mueca de consternación fue la inicial respuesta de Almunia que a continuación aventuró, desde una perspectiva muy diferente al PP, que el Gobierno se está equivocando con una precampaña en la que trata de arrinconar al PSOE en el pasado. "Ellos hablan del pasado cuando los ciudadanos quieren oír propuestas constructivas", dijo el secretario general del PSOE.El tono de dureza de Almunia no continuó, sin embargo, al referirse a la dimisión de dos altos cargos del Ministerio de Fomento, que presuntamente han intervenido en la concesión de contratos para el AVE Madrid-Zaragoza-Barcelona por valor de 5.600 millones de pesetas a empresas relacionadas con ellos y sus familiares. Eso sí, el Grupo Parlamentario Socialista presentó ayer en el Congreso de los Diputados la petición urgente de comparecencia del ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado.

"Nos parecen obligadas esas dimisiones, así como la urgente explicación del Gobierno; después de las explicaciones ya veremos, pero desde luego la responsabilidad política la tiene que asumir el Gobierno", agregó Almunia.

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