LA DEUDA DE LA EDUCACIÓN 8 de noviembre: Día de la Alfabetización en Andalucía

Andalucía conmemora el 8 de Noviembre el Día de la Alfabetización, una celebración internacional que la Unesco realiza el 8 de Septiembre. Con este traslado de fechas, se quiere evitar que un evento de tanta significación humana y social pueda pasar desapercibido. Se pretende, con ello, estar cerca de las personas que han decidido dar el salto y dejar su situación anterior cuando están en plena actividad académica, cuando el nuevo curso muestra ya su pulso y enfila con decisión su particular andadura. El analfabetismo ha sido, en nuestra tierra, una injusticia histórica, un déficit social y cultural derivado de situaciones pretéritas, un problema humano sufrido con rabia e impotencia. Una deuda pendiente que reclama una urgente y decidida acción política de la Administración educativa. Una situación que ha exigido, y exige, un esfuerzo de solidaridad por parte de todos.

Pero la sociedad actual vive en un mundo en continuo proceso de cambio, una mutación acelerada hacia la modernidad que reclama una adecuación a formas sociales y culturales nuevas y cambiantes. La plena integración de la mujer en la esfera política y laboral en condiciones de igualdad es un buen ejemplo de ello. Estamos inmersos en un proceso de integración internacional que exige estar preparados para afrontar el reto y un esfuerzo por superar anteriores planteamientos y encarar con decisión el futuro. Por todo lo cual, la alfabetización ya no puede ser considerada hoy, exclusivamente, en el marco estricto de la neolectura, sino que debe extenderse hacia nuevas cuotas de exigencia, debe alcanzar nuevos horizontes de formación.

La Educación de Adultos es una de las señas de identidad de la comunidad andaluza. La Junta de Andalucía ha sido pionera en el desarrollo en España de las enseñanzas dirigidas a las personas adultas. Para ello ha puesto en marcha un amplio esfuerzo educativo articulando una oferta formativa para adultos en los distintos niveles de enseñanza obligatorios y postobligatorios.

El nivel inicial de formación básica cuenta ya con una importante trayectoria nucleada en torno a los Centros de Educación de Adultos que han desarrollado una importantísima función social, no sólo como primer y principal peldaño de la alfabetización, sino como factor de dinamización cultural y social mediante los Planes Educativos de Desarrollo Comunitario y Animación Sociocultural.

Estos planes complementan la formación estrictamente académica con desarrollos de ámbito social, laboral, cultural, etcétera... e incluyen a aquellas personas adultas que desean completar su formación en algunos de estos aspectos, ya que son planes abiertos a la comunidad. La educación de adultos atiende en la actualidad a más de 107.000 alumnos; el promedio anual, desde sus comienzos en el curso 1982/83 hasta el presente, se sitúa en torno a las 90.000 personas adultas.

Más allá de esta realidad ya consolidada, la Consejería de Educación y Ciencia se plantea como reto alcanzar el nivel de educación secundaria como formación básica generalizada a toda la población andaluza. De acuerdo con la LOGSE, la actual educación secundaria se configura como la formación básica de partida que posibilita el acceso a la enseñanza postobligatoria: el Bachillerato y los Ciclos Formativos de grado medio. A tal fin, la Consejería de Educación y Ciencia ha sido también pionera en completar la oferta específica de estas enseñanzas mediante la adaptación del Bachillerato y los Ciclos Formativos de Formación Profesional Específica para las personas adultas. A su vez, la formación del Bachillerato posibilitará en un futuro inmediato el acceso a los Ciclos Formativos de grado superior de próxima implantación.

Este importante empeño educativo requiere la asignación de considerables recursos humanos y económicos. Por ello se ha fijado como criterio la rentabilización de los recursos existentes evitando las duplicaciones. Contamos ya con una importante red de infraestructuras e instalaciones, que se verán incrementadas en los próximos años. A lograr este objetivo se orienta el proceso en curso de articulación de una red de centros que comprende los actuales Centros de Educación de Adultos, los Institutos de Educación Secundaria (IES) con oferta específica de adultos, y los Institutos Provinciales de Formación de Adultos (IPFA), de reciente creación. No debe perderse de vista que la inversión productiva es la única que posibilita el auténtico crecimiento económico de un país. Y la inversión educativa no sólo aumenta el capital humano, que es el verdadero motor de una sociedad; no sólo es la más rentable en términos estrictamente económicos, sino que también es la más justa, la más social, la más solidaria. Es la que permite al individuo hacerse dueño de su propio destino, capaz de tomar sus propias decisiones con auténtico conocimiento; estar preparado, en suma, para encarar el futuro con ilusión y esperanza.

MANUEL PEZZI

Manuel Pezzi es consejero de Educación y Ciencia.