Un juez chileno abre la vía para solicitar a Londres la extradición de Augusto Pinochet

El magistrado chileno Juan Guzmán, que investiga el caso Pinochet en el país del exdictador, está considerando solicitar la retirada del fuero parlamentario al hoy senador vitalicio por su negativa a responder al exhorto de 75 preguntas que le envió a Londres sobre, entre otros delitos, decenas de ejecuciones de presos políticos. La hipotética retirada del fuero permitiría a Chile solicitar la extradición del general y plantear un concurso de primacías entre los delitos que a Pinochet se le imputan en Chile y los que se le imputan en España, que deberá ser resuelto por el ministro del Interior británico, Jack Straw.

La negativa del general Augusto Pinochet, bajo custodia policial en Londres, a contestar el exhorto con las 75 preguntas que le envió al Reino Unido el magistrado Guzmán, quien investiga las 50 querellas criminales presentadas en Chile contra el ex dictador, fue interpretada por fuentes judiciales y parlamentarias como el rechazo de éste a colaborar con la justicia chilena. Tras recibir la respuesta de Pinochet, el juez Guzmán declaró que estudia pedir el desafuero del general, por considerar que ya se le ha dado la oportunidad de efectuar sus descargos.En su respuesta al magistrado, Pinochet plantea que por razones de salud y por la situación procesal que enfrenta, sometido a un juicio de extradición a España, ante un tribunal, el británico, cuya jurisdiscción rechaza, carecía de antecedentes para contestar las preguntas que se le formulaban.

En la carta, conocida ayer, Pinochet sostiene que "sin perjuicio de dejar expresa constancia que mi primordial objetivo es el esclarecimiento de los hechos y mi ninguna participación en los mismos, no es menos cierto que la situación procesal a que me encuentro sometido hace del todo improcedente que, privado de libertad por una jurisdicción que no reconozco, declare ante Su Señoría por la vía de una carta rogatoria". Agrega el exdictador que la tramitación de esta carta debió ser rechazada "como protesta frente al desconocimiento de la soberanía jurisdiccional chilena por los reinos de España y Gran Bretaña".

Pinochet afirma: "Sometido a un arresto prolongado e injusto, en territorio extranjero, lejos de mi patria y de mi entorno natural, y además, aquejado por diversos males que tienen mi salud comprometida, lamentablemente debo señalar al señor ministro que no me encuentro en condiciones de analizar la legalidad del procedimiento ni tampoco dar, en su caso, respuesta adecuada a las preguntas contenidas en el exhorto". Es la primera vez que el ex dictador alude, personalmente, a sus problemas de salud.

Tras conocer esta negativa, Guzmán dijo que estudiará "los pasos procesales a seguir y un eventual desafuero", y aclaró que no considera una rebeldía la negativa a contestar, pues guardar silencio es parte de los derechos de un inculpado si es lo que conviene a sus intereses. El desafuero, que debe presentarse ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso y es recurrible ante la Corte Suprema, implicaría dejar a Pinochet en Chile sin una de sus protecciones (todavía está la ley de amnistía y la justicia militar). El juez Guzmán debería procesarle y pedir su extradición a Londres.

La solicitud chilena competiría, en concurso, con la petición del juez Baltasar Garzón, según el artículo 17 del Convenio Europeo de Extradición. La precedencia no es automática.

Fuentes judiciales consultadas creen que el juez Guzmán terminará pidiendo el desafuero de Pinochet, aunque estiman que una solicitud de este tipo pudiera tener lugar el próximo año, después de que terminen las repercusiones de la elección presidencial del 12 de diciembre.

"Espera salir limpio"

Hugo Gutiérrez, uno de los abogados querellantes contra Pinochet en el caso de la caravana de la muerte -una comitiva militar enviada por el ex dictador en 1973 a recorrer el país, que cometió numerosos crímenes contra presos políticos-, el más investigado, afirmó que "Pinochet no está colaborando con la justicia chilena. Todavía está esperanzado en salir limpio, sin proceso, de Londres y llegar a Chile en calidad de senador designado". Gutiérrez descarta la hipótesis de una supuesta "confabulación" para llevar a Pinochet a Chile, con una supuesta colaboración del juez Guzmán.Fuentes cercanas al exdictador plantearon ayer que éste se defendería ante los tribunales chilenos de un eventual intento de quitarle el fuero que tiene como senador vitalicio.

Recuerda Gutiérrez que quienes se han querellado en Chile contra el ex dictador buscan justicia y no la impunidad de Pinochet. "No estoy en contra del juez Baltasar Garzón, y son valiosos todos los esfuerzos que se hacen en España, Inglaterra, y que tienen su correlato en Chile, para que Pinochet sea juzgado".

Dos diputados del Partido por la Democracia, que integra la coalición gobernante, Antonio Leal y Guillemo Ceroni, plantearon ayer que la respuesta del general es una clara señal de que no esta dispuesto a ser juzgado en Chile. "Él quiere volver, pero sin ser juzgado y sin responder" ante las querellas en su contra, plantearon.