El PP de Cádiz sube un 2% los tres impuestos con los que más recauda

El PP se quedó ayer solo en la aprobación de las nuevas ordenanzas fiscales de la ciudad de Cádiz, que incluyen una subida del 2% del IPC sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI); la tasa medioambiental de tratamiento de basuras -conocida popularmente como supertasa-, y el Impuesto de Circulación. El aumento fue rechazado por la oposición. Los grupos socialista-progresista, IU y PA criticaron la subida, que consideraron "lesiva" para el bolsillo de los gaditanos. El portavoz socialista, Antonio Perales, cuantificó el aumento de estos tres impuestos en el 65 % de la cantidad impositiva que se recauda en la capital gaditana. "Es incomprensible subir la carga de impuestos a los ciudadanos, que ya sufren una de las presiones fiscales más altas del país", afirmó Perales. Los portavoces de IU, Jesús Gargallo, y del PA, Julio Braña, calificaron de "torticera" y "oscurantista" la actitud del PP al asegurar que los impuestos quedan congelados.

A todas estas críticas respondió el delegado de Hacienda, José Blas Fernández, quien aseguró que la mayoría de los impuestos no sufren modificación y que la subida media es del 0,23%.

"Caso Afanas"

Respecto al caso Afanas, en el pleno, el PP no reconoció ayer que el ya ex concejal de este grupo, Francisco Villarreal, cobró dos sueldos al mismo tiempo, como edil liberado y el de profesor durante dos meses, como demostró la investigación de la Junta. El portavoz popular, Enrique García Agulló, y no la alcaldesa, a quien iban dirigidas las preguntas, respondió de forma poco precisa a las interrogantes planteadas por el PSOE. No reconoció ninguna irregularidad, incompatibilidad o caso de corruptela política. La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, tan sólo intervino para asegurar que no apoyará más la conducta de Villarreal.

Por otra parte, en Benalmádena (Málaga), el Partido Popular (PP) ha presentado alegaciones a la subida de impuestos y tasas municipales, que considera "desmesurados". El equipo de Gobierno que preside Enrique Bolín calcula el incremento medio en torno a un 13% y lo ha justificado en que desde el año 1992 no se producía una actualización de los impuestos locales. Bolín llegó a la alcaldía en 1995.

Sin embargo, la oposición ha llamado la atención sobre dos impuestos en particular, el de Actividades Económicas, que crece en torno al 50%, y el de Bienes Inmuebles, con un incremento cifrado entre un 30% y un 40%. La base de este impuesto se ha visto incrementada en un 10% por la aplicación de una nueva tasa de basura.

Según el concejal popular Miguel Márquez, estos incrementos no van a favorecer la actividad económica en la ciudad. Márquez ha llamado la atención sobre la situación de las arcas municipales y entiende que, con estos incrementos, Bolín "intenta buscar financiación para proyectos que ya se han demostrado no tienen ningún viso de futuro".