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CATÁSTROFE AÉREA EN EE UU

Un avión egipcio cae al mar con 217 pasajeros poco después de despegar de Nueva York

Un Boeing 767 de la compañía egipcia EgyptAir, con 217 personas a bordo, y diez años de vuelo, cayó ayer al mar tras despegar del aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy (JFK). El aparato, que había iniciado su viaje en Los Ángeles y tenía como destino El Cairo, se fragmentó sobre las aguas de la isla de Nantucket (Massachusetts), por lo que las autoridades estadounidenses tenían anoche pocas esperanzas de encontrar supervivientes. Las causas de este accidente, el tercero a la salida de Nueva York tras el del Boeing 747 de la TWA en 1996 y el del McDonnell Douglas MD11 de Swissair de 1998, eran desconocidas.

Las autoridades de Estados Unidos investigaban las dos causas más plausibles, un fallo mecánico o un atentado. El presidente Bill Clinton invitó a no sacar conclusiones prematuras. "Por ahora no hay pruebas, y pienso que es mejor que la gente no saque conclusiones de ningún tipo", dijo Clinton, quien también envió un mensaje de pésame a las familias de las víctimas del siniestro y señaló que "como todos los estadounidenses, mi esposa y yo nos sentimos muy tristes por lo ocurrido". "No sabemos cual ha sido la causa de ese accidente, pero seguiremos trabajando hasta que lo sepamos", prometió el presidente.Mientras la gigantesca operación aeronaval de rescate comenzaba a dar frutos en forma de hallazgo de chatarra y cadáveres, iba reconstruyéndose la historia del vuelo 990 de EgyptAir, con origen en Los Ángeles y destino El Cairo, tras una escala en Nueva York. Despegó del aeropuerto neoyorquino JFK a las dos de la madrugada de ayer, hora local. A bordo iban 199 pasajeros y 15 miembros de la tripulación. Sus nacionalidades eran diversas: 62 egipcios y 129 estadounidenses, además de sudaneses, sirios, latinoamericanos y otros.

A los 55 minutos del despegue, el Boeing 767 despareció de los radares, cuando volaba a unos 33.000 pies de altura. La visibilidad en la zona era buena y los vientos ligeros, según informó Eliott Brenner, portavoz de la Administración Federal de Aviación (FAA). El hecho de que los pilotos no tuvieran tiempo de enviar ningún mensaje de socorro parece indicar que el accidente fue repentino, quizá una explosión.

Dos horas de retraso

En la noche del sábado al domingo, el vuelo 990 de EgyptAir había llegado con dos horas de retraso al aeropuerto neoyorquino JFK. Este retraso se debió al cambio de un neumático en Los Ángeles. Pero, según informó Suey Castles, portavoz del aeropuerto de Los Ángeles, EgyptAir "no informó de ningún otro hecho anormal".Al poco de conocerse el accidente, el contraalmirante Richard Larrabee, del servicio de guardacostas estadounidense, señaló en Boston que la operación de rescate contaba con seis barcos, tres aviones y dos helicópteros. En principio toda la operación se planteó como un rescate y se buscaban supervivientes. Pero a medida que pasaron las horas, se perdieron casi por completo las esperanzas de encontrar a alguien con vida. Larrabee, que hace tres meses también tuvo que informar sobre el accidente de aviación sufrido por John Kennedy, su esposa y la hermana de ésta en un lugar cercano al de esta nueva tragedia aérea, dijo que el primer cadáver hallado estaba junto con asientos, almohadas y chalecos salvavidas a unos 100 kilómetros de la isla de Nantucket (Massachusetts).

Los controladores aéreos del centro de Boston señalaron que, aunque no estaban controlando la nave, observaban su vuelo, y vieron como el aparato descendía en 24 segundos de 33.000 pies a 19.000 (de más de 11.000 metros a una altura de 7.000), para desaparecer después del radar.

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Dada la severa represión contra los islamistas del régimen de Hosni Mubarak, una de las primeras hipótesis que ayer comenzaron a investigarse fue la de un atentado. El mes pasado, la FAA norteamericana emitió una advertencia general a todas las compañías que operan en los aeropuertos de Los Ángeles y JFK. La advertencia, muy vaga, afirmaba que se habían recibido amenazas de que "pronto" un aparato sufriría un atentado con bomba tras despegar de uno de esos aeropuertos. Ibrahim el Dimeiri, ministro egipcio de Transportes, señaló ayer que no existía "ninguna indicación de que el vuelo 990 fue víctima de un acto terrorista".

Personal armado

En todos los vuelos de EgyptAir viaja personal armado de seguridad, que, previamente, ha sometido a una doble inspección a los pasajeros y la carga. David Leavy, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de EE UU, coincidió con el ministro egipcio. Según Levy, el FBI investiga de modo rutinario la posibilidad de un atentado, pero "nada apunta en estos momentos en esa dirección".El alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, aseguró a los periodistas haber hablado con más de 15 familias que contaban con algún ser querido entre las víctimas y que habían adoptado reacciones muy diferentes. "Algunas personas reaccionaron con gran pena, otras expresaban ira, y muchas de ellas sentían frustración", relató Giuliani. "Un hombre me dijo que aunque estaba muy triste y muy conmocionado, formaba parte de su religión aceptar los deseos de Dios. Otro hombre estaba realmente frustrado y muy enfadado". "Desgraciadamente es algo en lo que ya tenemos experiencia", concluyó el alcalde de Nueva York.

Este es el cuarto accidente que se produce en la zona, con casi setecientos muertos: tres de los siniestros se produjeron con aviones de pasajeros y el cuarto costó la vida el pasado verano a John Kennedy Jr. y su familia.

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