Un informe pide menos impuestos sobre la vivienda para facilitar la compra a los menos favorecidos

En una coyuntura de euforia como la que vive el sector de la vivienda, no faltan voces que proponen reducir la carga impositiva como una de las vías para abaratar los precios disparados por la demanda. Un estudio encargado por el Patronato Municipal de la Vivienda de Barcelona considera imprescindible revisar el actual tratamiento fiscal para contribuir a recuperar el terreno perdido por muchas familias a las que resulta cada vez mas difícil acceder al mercado de la vivienda. El estudio señala que la presión fiscal sobre la vivienda ha aumentado desde 1997.

La autora del trabajo, la economista Carme Trilla, recomienda medidas ya planteadas por otros expertos, tales como el equipo técnico que asesoró a los padres del plan estatal de la vivienda para el periodo de 1992-1995. Dejando de lado la fuerte repercusión que el precio del suelo tiene en los costes de las viviendas, en especial en los núcleos urbanos, Trilla apunta la fiscalidad como una herramienta útil que conviene explorar para reducir lo que acaba pagando el comprador. Durante mucho tiempo los tipos de interés actuaban como factor disuasorio a la hora de adquirir un piso, pero en el año 1997 las cosas empezaron a mejorar en el terreno financiero. Sin embargo, no puede decirse lo mismo de la presión fiscal que lejos de disminuir tiende a aumentar: la Asociación de Promotores Constructores de edificios de Barcelona calculaba en 1997 en un 16% la repercusión de los impuestos en el coste final de la vivienda, porcentaje que asciende en 1999 al 17%.

Según sostiene Carmen Trilla todas las figuras impositivas que gravan el proceso de construcción, empezando por la compra del terreno y acabando con la venta final del producto, son susceptibles de revisión. Las más citadas tanto por los promotores públicos como por los privados son las que reclaman reducciones del IVA sobre la compra de terrenos edificables y sobre las obras de urbanización en solares destinados a vivienda. Asimismo se apunta a la supresión o disminución del tipo impositivo del Impuesto sobre Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana. Sobre el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, Trilla habla de establecer un tipo progresivo para los solares urbanos edificables que penalice la retención improductiva de los mismos.

Rehabilitaciones

El informe reclama un trato fiscal igualitario para las casas de nueva construcción y las de segunda mano. El ejemplo que ilustra el distinto trato fiscal en la actualidad es el siguiente: mientras a la rehabilitación se le cobra el 16% de IVA, la obra nueva abona un 7%. Del mismo modo, la compra de una vivienda por estrenar desgrava en la declaración de la renta y en cambio los edificios rehabilitados únicamente desgravan en determinados supuestos.

La revista del Patronato Municipal de la Vivienda se refiere a la escasa movilidad residencial que se da en España, en las antípodas de lo que sucede por motivos laborales o familiares en otros países como Estados Unidos. La culpa de este sedentarismo la tienen, según los expertos, las dificultades jurídicas y los abultados costos que representan las segundas y posteriores transmisiones de viviendas. Para palialro, proponen una serie de medidas que agilicen el farragoso proceso y de paso abaraten los gastos. Para Carmen Trilla la transmisión de una vivienda no debería tener coste fiscal ya que no aporta ningún valor ni tiene gravamen.