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El presidente iraní defiende en la Unesco la necesidad de un diálogo con EE UU

El presidente de Irán, Mohamed Jatamí, dirigió ayer un mensaje conciliador a Estados Unidos, desde la escogida tribuna de la Conferencia General de la Unesco, en la capital francesa, donde tiene su sede ese organismo de la ONU para la educación, la ciencia y la cultura. Fue un mensaje implícito al país con el que Irán rompió relaciones en 1980, una tibia invitación al diálogo envuelta, como no podía ser menos, en la retórica cultural y humanista del discurso preferido de Jatamí: el diálogo entre culturas y civilizaciones.

Sin citar en ningún caso el nombre del antiguo Satán de la revolución islámica iraní, Jatamí aludió a los "Estados que pecan de orgullo y privilegian la lógica de la fuerza y la dominación" y señaló que a esos Gobiernos hay que decirles que "es preferible la vía inteligente de emprender el diálogo".El dirigente reformista iraní proclamó ante los representantes de la práctica totalidad de los Gobiernos del mundo congregados en la Unesco la disposición de Teherán a la apertura de un diálogo basado sobre "principios generales, universales y preestablecidos". En lo que puede también interpretarse como una velada autocrítica, el presidente iraní señaló que es diálogo no puede entablarse "sobre una visión del mundo surgida de un sistema moral, político, religioso y filosófico fundado sobre las relaciones de fuerza". Añadió que si el sigloXX ha sido el de "la fuerza de la espada con su consecuencia de triunfadores y perdedores, tenemos que saber que el eje principal del siglo que viene debe ser el del diálogo si no queremos que la espada se transforme en hoja acerada de doble filo que no perdonará a nadie".

Al tercer intento

El aplazamiento, por dos veces, de la conferencia de Jatamí en la Unesco no le ahorró ayer un incidente a la salida de la asamblea. Pese a las extraordinarias medidas de seguridad adoptadas por la policía francesa, una mujer de nacionalidad alemana, Sabine Modig, de 40 años, logró acercarse a la comitiva presidencial, gracias a un pase a nombre de la delegación de Níger, y arrojar un tomate al parabrisas del vehículo mientras gritaba en francés e inglés: "terrorista" y "asesino". Frustrados por la imposibilidad de manifestarse ante el representante del régimen que encarna para ellos todos los horrores, irritados por las detenciones practicadas estos días por la policía francesa, cientos de opositores iraníes refugiados en Francia ocuparon la avenida de los Campos Elíseos y desplegaron en lo alto del Arco del Triunfo una gran banderola con la consigna: "Abajo Jatamí".

Los límites de esa disposición iraní a normalizar sus relaciones con los Estados Unidos habían quedado expuestos horas antes, en la conferencia de prensa en la que Mohamed Jatamí deslindó la cooperación económica con Washington, deseada por Teherán, de las relaciones políticas, terreno infinitamente más espinoso.

"Eso es otra cosa", respondió a la pregunta de si su Gobierno desea normalizar también sus relaciones con Estados Unidos. Además del mensaje de apertura política lanzado de manera general, y particularmente a Wastington, la visita a Francia del presidente de Irán ha respondido al propósito de recabar la cooperación económica con Europa y el resto de la comunidad internacional. Jatamí ha pedido en París que la Unión Europea reduzca las tarifas aduaneras aplicadas a los productos iraníes y, a Francia, que le otorgue las mismas condiciones comerciales que ya le ha concedido Italia.

[Pero ni siquiera esa limitada oferta de Jatamí cuenta con el beneplácito de los sectores más conservadores del régimen iraní. El ayatolá Ahmad Yanatí, uno de los dirigentes de la línea dura, rechazó ayer cualquier suavización de las posturas antiestadounidenses de Irán, informa Reuters. "A pesar de la insistencia de muchos, ésta es la política irreversible de Irán: mientras Estados Unidos siga insistiendo en sus políticas hostiles, nosotros también nos mantendremos firmes en nuestra lucha contra Estados Unidos". Yanatí, que pronunciaba el sermón de la plegaria del viernes en la Universidad de Teherán, aseguró que "los eslóganes antinorteamericanos no son sólo emocionales, sino que están fuertemente arraigados.]

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