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La difusión en Internet de fotos de una ejecución en EE UU desata un escándalo internacional

El único argumento serio a favor de la difusión en Internet de tres fotos de la última ejecución en la silla eléctrica en Florida lo dio ayer un enemigo de la pena de muerte: Howard Simon, director de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) en ese Estado norteamericano. "Mucha gente", dijo Simon, "encuentra repugnantes esas fotos; pues bien, así de repugnante es la electrocución patrocinada por el Estado". El escándalo desatado por la exhibición por parte del Tribunal Supremo de Florida de esas sangrientas e inquisitoriales imágenes ha alcanzado "dimensiones mundiales", reconoció ayer Craig Waters, portavoz de ese organismo judicial.

Miles de internautas, en su mayoría europeos, están enviando correos electrónicos al Tribunal Supremo de Florida para expresar su asco. El más escueto y contundente mensaje recibido hasta ahora por el Supremo de Florida es el de un francés. Según la transcripción facilitada ayer por la agencia Associated Press, ese mensaje dice: "Bárbaros".Pero si este es el tono dominante en la respuesta europea a las fotos, muchos norteamericanos, reflejando el profundo foso cultural entre las dos orillas del Atlántico, lo ven de otra manera. "¡Las fotos de esta página web son maravillosas!", escribió por correo electrónico una mujer de North Redington Beach, en Florida.

Lo más sorprendente es que el Tribunal Supremo de Florida parece haber decidido colocar esas tres fotos en su página en Internet como argumento a favor de su sentencia del pasado septiembre, que establece que la silla eléctrica es un método "humanitario" y "constitucional" de ejecución. Los magistrados de Florida responden de este modo a la decisión adoptada esta semana por el Tribunal Supremo de EEUU de aceptar pronunciarse sobre la constitucionalidad de la electrocución.

La 'Vieja Chispas'

Todas las citas de los condenados a muerte con Old Sparky (la Vieja Chispas), la silla eléctrica de Florida, han quedado suspendidas hasta que se pronuncie el Supremo. La respuesta de Jebb Bush, gobernador republicano de ese Estado y hermano del gobernador de Tejas y candidato presidencial, George Bush, ha sido declarar que el verdugo no puede pararse y que, mientras decide el Supremo Federal, Florida va a emplear inyecciones letales en las ejecuciones.

El Supremo de Florida es el tribunal que el próximo martes escuchará en su sede de Tallahassee los argumentos a favor y en contra de la apelación del español Joaquín José Martínez, condenado a muerte en ese Estado. Martínez, el único reo español en los superpoblados corredores de la muerte de EEUU, se declara inocente, considera que no tuvo un juicio justo y pide un nuevo proceso.

Las imágenes difundidas a través de Internet son tres, tomadas tras la ejecución, el pasado julio, de Allen Lee Davis. Forman parte del sumario que concluyó con la decisión de que, pese a haber provocado un incendio en los cabellos de Pedro Medina, un preso ejecutado en 1997, y haberle provocado a Davis un derrame de sangre, Old Sparky es un método de ejecución tan humanitario como cualquier otro.

En una de las fotos, el cadáver de Davis, al que ya le ha sido quitada la máscara, sigue atado con cinchas por el cuello, la cintura y las manos a una silla de madera. De su nariz sale sangre, que ha manchado la camisa blanca y el pecho. Sus ojos están cerrados, pero su rostro aparece quemado y tumefacto.

Por unas y otras razones, incluida el gusto por lo morboso, "varios millones de personas de todo el planeta" han visitado la página del Supremo de Florida (www.firn.edu/supct/deathwarrants), según dijo Craig Waters, portavoz del tribunal. "Parece que este asunto se ha convertido en una noticia de dimensión internacional", dijo Waters. El portavoz añadió que la mayoría de los mensajes enviados desde EEUU expresan, en cambio, su aprobación tanto de la pena de muerte como de la difusión en Internet de las fotos de Davis.

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