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Alberto Elvira tardará cinco meses en poder andar con normalidad

Morante de la Puebla y El Cordobés tendrán largas convalecencias

Alberto Elvira, Morante de la Puebla y Manuel Díaz, El Cordobés, por orden de gravedad, convalecen de las lesiones que les hicieron cortar la temporada antes de tiempo. El primero apenas puede andar, el segundo lo empezará a hacer dentro de dos semanas y el tercero se enfrenta de nuevo a una lesión estomacal que le ha ido persiguiendo toda la temporada. En los tres casos, la reaparición les lleva al año 2000, y sólo Manuel Díaz, el último de ellos, confía en torear en América, antes de que empiece la temporada española, allá por el mes de marzo.

La cogida ocurrió fuera de los focos de los grandes acontecimientos. En Collado Villalba (Madrid), el pasado 25 de julio, un toro propinó un golpe en el vientre a Alberto Elvira. "Al principio no le di importancia", recuerda el diestro de Galapagar. Pocos días más tarde, el incidente acabó en una tromboflebitis que le mantiene prácticamente inmovilizado desde entonces. "Si todo va bien, confío, o por lo menos eso me han dicho los médicos, en que estaré recuperado para marzo. Digamos que en cinco meses podré andar bien".La lesión llegó días más tarde de que, por fin, y tras un discreto paso por la feria de San Isidro, Elvira triunfase en Las Ventas. Fue el 16 de julio. Toros de Alonso Moreno en el cartel y dio vuelta al ruedo en su primero rubricada con una oreja en su segundo. Apenas una semana más tarde, las cañas se volvieron lanzas. "Creo que tengo derecho a quejarme de la mala suerte", dice justo después de sus ejercicios diarios sumergido en una piscina. "Te desesperas un poco. Ya llevo dos meses y medio y, la verdad, noto poca diferencia. Doy unos pasos, las piernas se me hinchan y noto un fuerte dolor", afirma.

Algo más optimista se exhibe Morante de la Puebla. El sevillano se vio obligado a cortar la temporada a consecuencia de la fractura de la tercera vértebra lumbar. El percance ocurrió el 3 de septiembre en San Martín de Valdeiglesias (Madrid). "Incluida la Feria de Otoño, he podido perder cerca de 50 contratos", dice el diestro desde la cama en la que aún deberá permanecer 15 días más. "De la temporada americana", añade, "me olvido. Si todo va tal y como me han dicho los médicos, confío en regresar a los ruedos allá por marzo, cuando empiece Castellón".

El último de los heridos es Manuel Díaz El Cordobés. Por tercera vez en lo que va de temporada, unos problemas estomacales le han alejado de la arena. "El diagnóstico es principio de úlcera. Primero fue una gastroenteritis; luego, una gastroenterocolitis, y ahora, úlcera", afirma el hermano del espada, Chema. Según los médicos, la razón de todo este calvario se remonta al principio de temporada. En agosto, en el margen de 20 días, el torero sufrió dos cogidas graves que se tradujeron en tres cornadas. En Huelva, un toro le partió el esfínter, y en Cali (Colombia), otro astado le abrió el riñón y el cuello. "En poquísimo tiempo tuvo que tomar muchísimos antibióticos y ello, según nos comentan, le dejó el estómago destrozado", dice Chema, y avanza el futuro inmediato: "Teniendo en cuenta que en diciembre será padre, lo más sensato es tomarse con mucha tranquilidad la reaparición".

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