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París detiene a decenas de opositores iraníes ante la llegada de Jatamí

La detención de decenas de iraníes refugiados en Francia y el cierre de fronteras para los opositores al régimen de Teherán precedió ayer la llegada a París del presidente de Irán, el reformista Mohamed Jatamí. El mensaje de apertura política y de colaboración económica con Europa que oficiosamente le trae a Francia fue, sin duda, poco apreciado por los miles de iraníes del exilio francés sujetos ayer a una intensa presión policial que no impidió que dos millares de iraníes se manifestaran por las calles de la capital francesa.

En una operación que un sindicato policial calificó de "golpe mediático y diplomático", cientos de agentes se aplicaron desde primera hora de la mañana a la tarea de detener a los disidentes iraníes, que fueron liberados posteriormente en su casi totalidad. Una cuarentena fueron detenidos en la sede francesa del Consejo Nacional de Resistencia Iraní (CNRI) y varias decenas más en otros locales o en sus domicilios. Las medidas preventivas destinadas a garantizar la seguridad del presidente iraní incluyeron el cierre de determinadas salidas de metro y una vigilancia persistente sobre las áreas en las que se asienta la comunidad de ese país supuestamente vinculada a los Muyahidín al Jalq (Combatientes del Pueblo), oposición armada al régimen iraní y principal grupo del CNRI. Ante las críticas, el ministro de Interior, Jean-Pierre Chevènement, justificó las redadas indicando que existían "amenazas serias" sobre la visita de Jatamí, la primera que un mandatario iraní realiza a Francia desde hace 20 años. Un viaje anterior previsto para la primavera fue anulado por la negativa del Elíseo a cumplir con la exigencia de Teherán de que el alcohol no estuviera presente en las recepciones. Sin que mediara explicación alguna, el presidente iraní anuló el discurso que debía pronunciar hoy en la Unesco y que en teoría constituía el objetivo principal del viaje.

Jatamí apenas llegó a cruzar unas palabras con Lionel Jospin, ya que la niebla que cubrió el aeropuerto de Orly pospuso su aterrizaje durante dos horas y el primer ministro debía partir hacia La Martinica. Pese a todo, el asunto de los 13 judíos iraníes acusados de espionaje y los derechos humanos en general estuvieron presentes en la breve charla con Jospin y en la entrevista que mantuvo con su anfitrión, el presidente Jacques Chirac.

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