CONCIERTO OVEJUNO
Las 300 ovejas churras del pastor Felipe Quintana volverán a intentar hoy en tierras de Sahagún (León), con sus esquilas, cencerros y zumbos, crear un concierto donde la partitura está aún por escribir, pese a denominarse popularmente entre sus convecinos Felipe vuelve a casa con las ovejas sonando. El pasado domingo, el escenario escogido fue el pueblo de Bercianos del Real Camino. La imaginación de un pastor, imbuido siempre de un mismo paisaje, mirando una a una las caras de sus criaturas más amadas, es ilimitada. Al menos, tiempo tiene para ello. Allí, sólo el ruido de los campanos rompe el silencio, creando una melodía, siempre nueva, que ahora Felipe -ayudado por cuatro perros que moverán el rebaño- quiere grabar en CD por si no fuera bastante para él con lo cotidiano. Son 300 virtuosas del cencerro, que no exigen extras ni más comodidades que un rincón con paja donde dormir, y que prefieren triscar la hierba verde de los campos, sin envidiar la vida de su prima Dolly.- ,
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