t El PP se muestra más flexible que Esquerra en la negociación de la investidura de Pujol

Era un secreto a voces que, con los Presupuestos Generales en trámite parlamentario, el Partido Popular (PP) iba a ser la fuerza política que se mostrara más flexible a la hora de negociar la investidura de Jordi Pujol. El PP catalán ha dejado de hacer de la política lingüística su principal caballo de batalla y los viejos argumentos electorales han quedado aparcados a la hora de acudir en ayuda de los socios parlamentarios. Las contrapartidas que propone el PP son más fácilmente asumibles que las planteadas por Esquerra Republicana (ERC) en los contactos que Convergència i Unió (CiU) inició ayer.

Las reuniones que ayer iniciaron el secretario general de CDC, Pere Esteve, y el líder de UDC, Josep Antoni Duran, no fueron más allá de la mera toma de contacto con dos fuerzas políticas tan dispares como Esquerra Republicana y el Partido Popular y tendrán continuidad la próxima semana. ERC está dispuesta, como máximo, a abstenerse en la investidura de Pujol, según afirmó ayer su secretario general, Josep Lluís Carod-Rovira, quien reiteró que la postura más probable que adopte su partido es el voto en contra. "ERC descarta el sí a la investidura de Pujol con la misma claridad con que descarta el no a cualquier moción de censura que se plantee en un hipotético futuro", afirmó ayer Carod. Esquerra dejó claro que quiere que en Cataluña exista un clima de consenso entre las formaciones de tradición democrática, de la que excluye al PP, y que ello se refleje en las instituciones. ERC pretende con esta propuesta obtener la vicepresidencia segunda de la Mesa del Parlament, a lo que también aspira el PP, como ayer se encargó de recordar su líder regional, Alberto Fernández Díaz.

Programa

Los republicanos también pretenden obtener dos vocales en el consejo de administración de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRT). Además, en la próxima reunión con los dirigentes de CiU pondrán sobre la mesa algunos puntos programáticos que consideran importantes, como la elaboración de una nueva ley de cajas de ahorro y de una ley de familia.

Si se dieran estas condiciones, ERC podría abstenerse en la investidura de Pujol, a pesar de que sus dirigentes subrayan que, hoy por hoy, lo más probable es que se opongan a la reelección de Pujol. La abstención sería, no obstante, la opción más propicia para el partido, a juicio de buena parte de la dirección, que pretende llegar a las próximas elecciones generales manteniendo claramente su política de equidistancia entre socialistas y nacionalistas. De hecho, los dirigentes del partido independentista insisten en los últimos días que la actitud que se tome en la investidura no prefigura la actuación posterior en la Cámara, y recuerdan que, en 1995, Pujol fue elegido con la única oposición de Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V). El PSC y ERC se abstuvieron.

El dirigente de CiU Pere Esteve reconoció ayer que el corazón de la coalición nacionalista está con Esquerra, pero el poder en el Gobierno central lo tiene el PP, lo que les obliga a aproximarse a los conservadores. Pero, de momento, con el PP y con ERC nadie en CiU se plantea acuerdos de legislatura en Cataluña. Josep Antoni Duran Lleida ya explicó ayer que un acuerdo de estas características es muy difícil. Fuentes de la dirección de CiU apuntan que lo más probable es que se establezcan acuerdos puntuales con republicanos y populares en la próxima legislatura.

Esteve y Duran se entrevistaron también ayer con el presidente y el secretario general del PP de Cataluña, Alberto Fernández Díaz y Rafael Luna, respectivamente, quienes trataron de mantener las incógnitas de su actitud ante la investidura de Pujol. El objetivo que se propusieron no es nada fácil, sobre todo después de que el presidente del Gobierno, José María Aznar; el secretario general del PP, Javier Arenas; el secretario de organización, Pío García Escudero, y el ministro portavoz, Josep Piqué, ya hayan anunciado la "predisposición" del partido a votar la investidura de Pujol si precisa de sus votos.

Además, Pujol ya tuvo un primer encuentro con Piqué el pasado viernes sin el conocimiento de Fernández Díaz. Éste restó ayer trascendencia a la reunión y la circunscribió exclusivamente a una relación de Ejecutivo a Ejecutivo. No obstante, fuentes de su entorno explicaron que el líder regional consideró la reunión como una nueva afrenta del ministro portavoz hacia su liderazgo.

Fernández Díaz insistió en que el PP no ha empezado ni siquiera a discutir el sentido de su voto. "En la reunión de hoy no ha habido ni acuerdo ni desacuerdo, sino todo lo contrario", aseguró enigmáticamente el líder conservador. El PP se ha propuesto que las instituciones reflejen claramente que es el tercer partido en número de votos, por lo que reclama la vicepresidencia segunda de la mesa. El PP tiene 12 escaños, los mismos que ERC.