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ETA recupera su discurso clásico

El lenguaje del último comunicado etarra refleja el cambio de la correlación de fuerzas en favor del sector más duro

Miguel González

En los 13 meses largos transcurridos desde que ETA anunció la "suspensión ilimitada de sus acciones armadas", el 16 de septiembre de 1998, la organización terrorista ha difundido un total de ocho comunicados, a los que el Gobierno ha respondido con media docena de declaraciones más o menos formales.Sin embargo, el texto difundido el domingo por ETA se diferencia radicalmente de los anteriores, ya que por vez primera emplaza al Gobierno, y no a los partidos nacionalistas, a la hora de plantear sus reivindicaciones, aunque lo haga a través de un mensaje público y no de la carta que la organización terrorista anuncia y La Moncloa niega haber recibido.

El cambio no afecta sólo al interlocutor, sino también al estilo. El último comunicado de ETA no sólo es mucho más breve que la mayoría de los difundidos durante el último año, sino que está desprovisto de la retórica que adornaba a los anteriores en torno a la construcción nacional de Euskal Herria y al comportamiento de las distintas fuerzas políticas. Ello se entendería si se tratase de un mensaje al Gobierno, pero la comunicación se hace a través de la opinión pública y es a la audiencia de ETA a la única que interesa, por ejemplo, su "sentido homenaje" al fallecido etarra Esteban Esteban Nieto.

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Los expertos antiterroristas creen que el redactor de este texto no es el mismo que el de los anteriores, atribuidos a la pluma de Mikel Albizu, Antza. Pero, sobre todo, no son los mismos quienes han dictado su contenido.

Dichos expertos opinan que se ha producido una recomposición de la correlación de fuerzas en la cúpula de la organización terrorista. Los partidarios de una línea de mayor firmeza, según dicho análisis, habrían salido reforzados tras la excarcelación de la antigua Mesa Nacional de Herri Batasuna, en julio pasado. El discurso más político, ligado al desarrollo del Pacto de Lizarra, ha cedido terreno al clásico lenguaje militar, que condicionaba el cese de la actividad terrorista al cumplimiento de los puntos de la Alternativa KAS.

La alusión a "la puesta en libertad de todos los presos políticos vascos" y la elección de tres reclusos como interlocutores pueden entenderse como una concesión a un importante colectivo olvidado en los anteriores comunicados de la organización, pero la exigencia de salida del País Vasco de "las fuerzas armadas extranjeras" constituye la recuperación de una de las banderas tradicionales de ETA.

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Este comunicado, además, no se produce en el vacío, concluyen los expertos, sino que viene a confirmar el endurecimiento de los sectores que le prestan apoyo, manifestado en el recrudecimiento de la lucha callejera y el anunciado abstencionismo de HB en las próximas elecciones generales.

El argumento que utiliza ETA para justificar su nuevo comunicado -el de "criticar el comportamiento mantenido por el Gobierno español hasta ahora" y, especialmente, su indiscreción respecto al primer encuentro mantenido el 19 de mayo en Suiza- carece de base, pues dichas críticas ya figuraban en el comunicado del pasado 26 de agosto. También han sido reiteradas las descalificaciones de ETA hacia los profesionales de los medios de comunicación, aunque ahora dé una nueva vuelta de tuerca al calificarlos de "policías-periodistas". Lo que no incluía aquel texto eran condiciones para reanudar el diálogo con el Gobierno. Al contrario, ETA aseguraba entonces que trabajaría "en la búsqueda de vías que garanticen la comunicación directa y fiable" y seguiría esforzándose en esa dirección.

El endurecimiento del discruso de ETA ha tenido como réplica una mayor beligerancia en el lenguaje empleado por el Gobierno. El comunicado oficial difundido el mismo domingo, de poco más de diez líneas de extensión, la calificaba en tres ocasiones de "organización terrorista", lo que había dejado de ser una obviedad. En su primera declaración de respuesta al anuncio de tregua, el 17 de septiembre de 1998 desde Lima (Perú), José María Aznar se refirió a la banda como "la organización ETA". El 3 de noviembre de 1998, el presidente fue incluso más allá al anunciar que había autorizado contactos "con el entorno del MLNV", el Movimiento de Liberación Nacional Vasco, asumiendo así la terminología que se dan a sí mismos los sectores que apoyan a ETA.

No obstante, tanto el Gobierno como ETA, a pesar de endurecer sus respectivos lenguajes, se guardan muy mucho de romper los puentes para reanudar el diálogo. Los expertos consideran que el comunicado del domingo, aunque podría utilizarse como excusa para finiquitar la tregua, no tiene por qué conducir a ese fin. Al menos, no a corto plazo. Aunque augura una etapa de mayor tensión.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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