Los editores piden que la eventual gratuidad de los libros de texto respete la libertad de cátedra

Los editores valencianos concluyeron ayer que el debate sobre la gratuidad de los libros de texto corresponde al Parlamento y al Gobierno. Cualquier decisión a este respecto, sin embargo, deberá respetar las libertades de edición y de cátedra, a juicio de los representantes del sector reunidos ayer en Valencia, quienes también incidieron en la importancia de mejorar la dotación de las bibliotecas de aula, de los centros escolares y las familiares a través del impulso de las distintas administraciones públicas. El debate sobre la gratuidad de los libros de texto es una cuestión importante, a juicio de Verònica Cantó, presidenta de la Associació d"Editors del País Valencià, y requiere una reflexión "seria y serena que permita escuchar a todos los sectores implicados", que incluye a autores, impresores, distribuidores y libreros, además de editores. Pero "toda decisión" al respecto corresponde al Parlamento y al Gobierno.

Los ponentes del IV encuentro de editores que ayer se reunió en el Colegio Mayor Rector Peset bajo el título Edició i Progrés coincidieron en que los poderes públicos han de afrontar esta cuestión respetando la libertad de cátedra, es decir, la elección de los libros por parte del profesorado, y la libertad de edición, con el fin de que el entorno de los libros escolares "siga siendo plural". En todo caso, se ha de resolver "de forma urgente" la situación de las familias que no dispongan de los recursos necesarios para la adquisición del material escolar.

Los editores destacaron como "otra de las asignaturas pendientes" la mejora de la dotación de las bibliotecas de aula y de centro cuya dotación "es una exigencia establecida por la ley que las administraciones públicas no acaban de cumplir", así como la necesaria ayuda a la creación de bibliotecas familiares básicas. También relativizaron la trascendencia del coste de los libros en el presupuesto familiar.

El encuentro de editores también analizó los problemas relacionados con los derechos de autor, especialmente los surgidos a raíz del uso de las nuevas tecnologías, especialmente Internet. Los representantes del sector editorial denunciaron la lentitud con que reacciona la ley ante la velocidad a la que evoluciona el intercambio de información por medios informáticos, una situación que deja a los editores en situación de "indefensión", dijo Cantó.