Maçanet estudia recuperar la figura del policía local a raíz de un crimen
Los Mossos d"Esquadra se comprometieron ayer con el alcalde de Maçanet de la Selva, Antoni Guinó, a crear una patrulla que se dedicará a la vigilancia del municipio durante las 24 horas del día. Los agentes acuden al municipio sólo cuando son requeridos o en sus rutas habituales por la comarca. El municipio, con 3.000 habitantes, no tiene Policía Local porque el anterior Ayuntamiento la suprimió tras el despliegue de los Mossos.
El crimen ocurrido durante la madrugada del sábado, en la que un hombre murió ante un bar de la población acuchillado por dos personas que acabaron entregándose a la Guardia Civil, prendió de nuevo la mecha de las habituales protestas vecinales sobre la inseguridad del municipio. El equipo de gobierno de la localidad encuentra totalmente justificada la alerta de los vecinos y se está planteando la conveniencia de recuperar de nuevo la figura del policía local o bien incrementar el número de vigilantes.Una manifestación de medio millar de personas recorrió las calles de Maçanet el domingo para reclamar un incremento de las fuerzas policiales. Algunos vecinos mantienen que tienen miedo a salir de noche porque Maçanet se ha convertido en "un pueblo sin ley". El compromiso de los agentes autonómicos con el alcalde puede contribuir a paliar la inseguridad denunciada por los vecinos. El propietario de un establecimiento comercial de la población afirmaba ayer que los esporádicos paseos en coche que efectúan los mossos por las calles del municipio no sirven para controlar la venta de estupefacientes y las peleas como la que ocurrió el pasado fin de semana.
La confianza excesiva en las bondades de la policía autonómica pesó en gran medida en la decisión de prescindir de los agentes locales. A pesar de que los mandos policiales autonómicos defienden la intensa actividad de vigilancia y control desplegada por los Mossos d"Esquadra, la sensación de inseguridad de los vecinos viene a corroborar las recientes quejas de los sindicatos policiales, que sostienen que se están recortando muchas plantillas para cumplir con las fechas del despliegue policial en Cataluña.
El crimen se produjo cerca del bar La Ola, adonde acudió en demanda de auxilio un hombre de 25 años que acababa de ser apuñalado en el cuello. Los presuntos autores del crimen, Khalid T., de 18 años, y su padre, Mohamet T., de 45, se entregaron sin saber que la víctima había fallecido al poco rato de recibir la herida.
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