Cultura de cine

NEGRITASANA L. ESCUDEROEra toda una señora de la modalidad aquí estoy yo y para que quede constancia me he perfumado y de paso voy y perfumo la sala. Tenía todos los atributos para ser actriz: un señor a su vera la mar de guapetón, algún que otro joyón, un bolso negro de charol y una voz maravillosa con la que criticó la escasez de cultura cinematográfica en Marbella. Estaba cansada, dijo, de que las únicas películas que se pueden ver en el único cine que tiene la localidad sean del estilo Bruce Willis y demás. Cansada de las dificultades para ver cine made in Spain.

Entonces el director de cine Vicente Aranda, que acudió el viernes a una mesa redonda de lo más cultural, fue y le explicó los entresijos de la política de la distribución. De paso también criticó la poca pasión que levanta la cultura entre la clase política. Pero Aranda se equivocó. Como prueba, un botón: la presencia del actor Máximo Valverde, que tiene un programa en Radio Televisión Marbella, en la caseta municipal de la feria de San Pedro de Alcántara. Ocurrió nada más y nada menos que el mismísimo día de la inauguración.

A la vera del actor de Plaza Alta un acto de comunión entre la cultura política y la gastronómica: muchos platos repletos de gambas y jamón y la práctica totalidad del equipo de gobierno del GIL. ¿Se puede interpretar su presencia aquí como una adhesión ideológica? "No, los artistas no tenemos afinidades políticas. Tenemos que trabajar con todos", concluyó. Además, el acto literario por excelencia de toda feria -léase, el pregón- corrió a cargo de la cantante María Vidal, que hizo un llamamiento popular a la moderación con el alcohol.

Luego está lo de la cultura de masas. Como la izada de banderas que tuvo lugar unas horas antes en la tenencia de alcaldía de San Pedro. Desde el balcón del edificio y al son de sus correspondientes himnos, tres concejales fueron izando con cara de sentimiento las banderas de España -que fue la primera y la que se pidió el primer teniente alcalde, Julián Muñoz-, la de Andalucía y la de la Unión Europea. Abajo una banda municipal acompañaba enfurecida con sus acordes tan solemne acto cultural. Cuando terminaron corrió el champán. También entre los menores de edad.