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Pinochet gana tiempo con un recurso vacío de argumentos contra la sentencia de extradición

La defensa del general Augusto Pinochet presentó ayer en el Alto Tribunal de Justicia un recurso de hábeas corpus contra la sentencia de extradición del exdictador del pasado 8 de octubre sin el más mínimo argumento, desafiando las normas procesales. El recurso tiene, en realidad, 19 palabras, y va acompañado de cinco anexos donde se incluyen documentos del caso Pinochet producidos por la justicia británica. Con este falso recurso, la defensa logra evitar el riesgo de que Pinochet sea extraditado y espera que el ministro del Interior Jack Straw le libere por razones de salud.

El recurso de hábeas corpus fue presentado ayer después de que el despacho de abogados Kingley & Napley, que defiende a Pinochet, informase al Servicio de Fiscalía de la Corona, el jueves por la tarde, que había resuelto recurrir.Michael Caplan, el abogado que coordina la defensa de Pinochet, se presentó ayer en el Alto Tribunal de Justicia con un grueso fajo de folios, 35 en total, y presentó su recurso. Inmediatamente, como ocurre con los recursos de hábeas corpus, obtuvo la autorización del secretario del tribunal.

La sorpresa no tardó mucho tiempo en llegar a los círculos que siguen el caso. En rigor, el recurso presentado por Caplan contiene 19 palabras; todo lo demás son anexos documentales (exhibits)

Caplan, por toda argumentación, presenta la siguiente afirmación: "He sido asesorado y creo realmente que el apelante tiene buenos motivos para solicitar un recurso de hábeas corpus". El abogado firma, a continuación, esta petición.

A este folio siguen tres anexos de documentos que suman 34 folios. En el primer anexo se incluye la autorización para proceder emitida por el ministro del Interior, Jack Straw, el 14 de abril de 1999, por el cual se aplicaba el filtro oficial a la demanda de extradición dictada por el juez Baltasar Garzón y cursada por el Gobierno español, lo que va seguido de una orden del ministro; el segundo anexo presenta la sentencia de extradición del magistrado Ronald Bartle del 8 de octubre de 1999, por el cual se declara que Pinochet puede ser extraditado a España; y el tercero es la orden del tribunal penal de Bow Street por la cual se impone a Pinochet cuál ha sido la decisión del magistrado Bartle y se le conmina a seguir bajo custodia policial hasta que el ministro del Interior adopte la decisión final, al tiempo que se le notifica que tiene 15 días para recurrir ante el Alto Tribunal de Justicia para, de este modo, suspender automáticamente el procedimiento mientras se ventila el recurso. Esta orden también incluye los 34 casos de personas torturadas y un delito de conspiración para tortura por los cuales el magistrado falló a favor de su extradición .

Al término del tercer anexo se ha acabado el recurso. No hay descripción alguna de los motivos por los cuales se solicita al Alto Tribunal de Justicia la que deje sin efecto la sentencia del magistrado y decida anular los cargos contra Pinochet.

La High Court of Justice (Alto Tribunal de Justicia) es el tribunal competente para la resolución de los recursos contra las decisiones de los magistrados que fallan las extradiciones en el Reino Unido.

El acusado tiene la opción en estos casos de presentar dos tipos de recursos ante el Alto Tribunal de Justicia. Uno de ellos es el de revisión judicial (judicial review) y el otro es el de hábeas corpus. Mientras el primero requiere previamente la autorización (leave) de un magistrado o un tribunal para recurrir con este método, el hábeas corpus, nombre que procede de los antiguos recursos dirigidos a revisar la detención de una persona, es automático. Por otra parte, en este último recurso no es necesario, en caso de apelar ante la Cámara de los Lores (Tribunal Supremo), que el Alto Tribunal certifique que existe un punto de ley de importancia pública.

Por tanto, la defensa de Pinochet ha elegido la vía del hábeas corpus. Normalmente, un recurso de este tipo puede plantearse en un par de folios, en los que el acusado tiene que solicitar al Alto Tribunal de Justicia su libertad y el cese del procedimiento de extradición con el argumento de que su extradición sería "injusta" o "cruel" (oppressive) al ser los delitos por los que se le requiere de naturaleza trivial; por el transcurso del tiempo desde que tuvieron lugar o por el tiempo que lleve huido; o por el hecho de que la acusación contra él no esta basada en la buena fe o en el interés de la justicia.

Sin embargo, a juzgar por el recurso vacío presentado ayer, ninguno de estos puntos tasados en la ley son tocados.

El Servicio de Fiscalía de la Corona, agente de España en este caso, tendrá ahora, según las normas procesales vigentes en el Reino Unido, que mover ficha. Con el recurso presentado -se trata de un mero formulario- es previsible que la próxima semana la Fiscalía exija la presentación de un recurso en regla. Según fuentes jurídicas consultadas ayer en Londres, el recurso vacío permitiría pedir lisa y llanamente su rechazo o desestimación por no cumplir los requisitos procesales. Sin embargo, fuentes solventes indicaron que la defensa de Pinochet presentará, cuando se le exija, los motivos de apoyo del recurso. Al parecer, desea que se reproduzca con el hábeas corpus todo el juicio de extradición otra vez.

Parar el reloj y rezarle a Straw

La táctica de presentar un recurso vacío para cubrir el plazo -los 15 días que vencían ayer- puede suponer que la defensa de Augusto Pinochet esperaba una decisión humanitaria del ministro Jack Straw, a petición del Gobierno de Eduardo Frei. Al no producirse la liberación del ex dictador, y dado que ayer era el último día para recurrir, la defensa optó por parar el reloj de la extradición -si no se presentaba el hábeas corpus, el caso pasaba definitivamente al ministro del Interior para que decidiese sobre la entrega de Pinochet a España- mediante un formulario vacío de contenido con la mera indicación de que hay bases para un recurso.Esto permite seguir ganando tiempo. La Fiscalía de la Corona sólo podrá exigir ante el Alto Tribunal que se cumplimente la petición los primeros días de la próxima semana.

Al parecer, la defensa de Pinochet quiere tirar todavía cuerda del ovillo con la esperanza de que el ministro del Interior resuelva la liberación de Pinochet, como pide el Gobierno de Chile y está dispuesto a aceptar, gustosamente, el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes en nombre del Gobierno de José María Aznar.

Otra posible interpretación es que la defensa británica de Pinochet -los abogados Michael Caplan y Clive Nicholls- sigue a los letrados chilenosMiguel Schweitzer y Hernán Felipe Errázuriz, quienes, en línea con el Gobierno de Frei, todavía creen que Straw puede liberar al exdictador.

La defensa británica quizá esté desmoralizada. Pero escribir cuatro puntos en un recurso no parece demasiado.

Ayer, el abogado Caplan rehusó exponer a la prensa los motivos de su recurso. Razones tenía. ¡Ni siquiera se los ha dado al Alto Tribunal!

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