El precio de los pisos de segunda mano sube un 30% en un año y sigue por encima de los nuevos
El mercado inmobiliario de Euskadi vive un contrasentido desde hace dos años: a un vasco le cuesta más dinero comprar un piso de segunda mano que adquirir uno nuevo. La evolución de los precios en el segundo trimestre de este año refleja que el precio medio de un piso usado asciende a 26,3 millones de pesetas, frente a los 23,1 que hay que desembolsar por uno nuevo en el mercado libre. El precio del metro cuadrado de los pisos antiguos ha subido un 30% en el segundo trimestre en relación al mismo periodo de 1998, mientras que el de los nuevos ha bajado un 2%.
La escasez de viviendas nuevas libres ha provocado que se dispare el precio de las antiguas. Además, hay otros factores que explican la revalorización de los pisos usados, como el hecho de que se ubiquen cerca del centro de las capitales y que sean más grandes que los de nueva construcción, que en muchas ocasiones se concentran en la periferia de las ciudades. "En algunas capitales sólo se ofrece vivienda nueva en una sola zona, lo que desanima a algunos ciudadanos a los que no les gusta esa zona", apuntó el consejero de Vivienda, Patxi Ormazabal, al presentar ayer los datos para aclarar por qué suben los pisos usados.Ormazabal presentó el informe trimestral sobre la oferta inmobiliaria en el País Vasco, que le sirve al Gobierno para comprobar cómo se encuentra el mercado y prever su tendencia futura. Un total de 122 promotores y 125 agencias inmobiliarias han colaborado en la elaboración de datos. Se trata de un estudio que trabaja con la oferta inmobiliaria que se produce en cada trimestre en concreto y se compara con el mismo periodo del año anterior.
En el caso de la vivienda nueva libre y de la usada queda patente las diferentes trayectorias que han seguido. Por ejemplo, en 1996 un piso nuevo costaba 23 millones de pesetas, frente a uno usado, que apenas superaba los veinte, en términos generales. Ahora, se han invertido los términos y el nuevo cuesta prácticamente lo mismo, mientras que el viejo ha subido seis millones. Álava y Guipúzcoa, que es casi como decir Vitoria y San Sebastián, han catalizado el cambio.
Así, por una vivienda usada en Guipúzcoa se pagó en el segundo trimestre por término medio 34,1 millones y 32,4 en Álava, muy por encima de los 22 de Vizcaya. Por capitales, el estudio constata un aumento de un 24,1% en Vitoria, de un 34,3% en San Sebastián y de un 19,2% en Bilbao. En conjunto, el precio medio por metro cuadrado de los pisos de segunda mano es de 302.000 pesetas, casi un 30% más que el observado hace un año.
Por el contrario, el precio de la vivienda libre nueva experimenta un ligero descenso de un 2%, al situarse el metro cuadrado en 250.000 pesetas. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con la vivienda usada, hay que tener en cuenta que unos precios menores respecto a periodos anteriores no deben entenderse en ningún caso como un descenso generalizado del coste de las viviendas en oferta, sino que más bien se corresponde con una estructura de oferta en la que los pisos de menor precio tienen mayor presencia que en el periodo anterior. Por ejemplo, el informe revela que los precios nuevos en Vitoria han bajado un 36%, pero en realidad es debido a que la promoción más importante analizada se concentra en Lakua (un barrio de la periferia), donde el precio medio no superó los 23 millones de pesetas y, en cambio, en el mismo trimestre del año anterior la única promoción en el mercado se concentraba en Lovaina, una zona céntrica y con pisos de lujo, lo que disparó los precios.
En Bilbao, también ha caído el precio de los pisos nuevos, en un 6%, mientras que en San Sebastián han subido un 43%. En ambos casos hay que atender a las mismas circunstancias del ejemplo de Vitoria.
El precio medio de las viviendas protegidas se mantiene inalterable respecto al mismo trimestre de 1998, llegando a los 8,8 millones de pesetas. En conjunto, el metro cuadrado costaba 116.000 pesetas de promedio, que sale de las 130.000 de las viviendas de protección oficial y las 91.000 pesetas de las sociales (destinadas a las personas con escasos recursos).
Al igual que los pisos antiguos, la vivienda en alquiler también sube. En concreto, lo hace un 3,4%, aunque la evolución es divergente: en Vizcaya se reduce un 5%, mientras que en Guipúzcoa crece un 20%. En niveles absolutos, Álava presenta la máxima renta mensual con 106.00 pesetas, muy cerca de Guipúzcoa con 103.000. Vizcaya, por el contrario se desmarca a la baja con valores de 80.000 pesetas.
Ormazabal no ocultó su preocupación ante la situación del mercado, especialmente en lo que se refiere a vivienda usada. Por un lado, advirtió a los promotores y operadores que una vez que la rebaja de los tipos de interés ha sido engullida por el alza de los precios de los pisos, el esfuerzo de las familias por adquirir una casa se encuentra al límite. "Bajar los tipos de interés reporta un beneficio al comprador de un piso si los precios se mantienen, pero si suben, lo que el ciudadano logra por una parte lo pierde por otra", señaló el consejero.
Además, aconsejó a los demandantes de vivienda que no se dejen deslumbrar por los bajos tipos de interés actuales porque todo apunta a una subida a corto plazo.
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