La gran demanda de programas dispara un 30% los beneficios de Microsoft
La compañía Microsoft logró unos beneficios netos de 2.190 millones de dólares (340.000 millones de pesetas) en el tercer trimestre de 1999, una cifra muy superior a la que habían avanzado los analistas. Los beneficios en ese periodo superan los 40 centavos por acción, un 30% más de lo que logró en el mismo trimestre el año anterior. Los ingresos netos de Microsoft en el primer trimestre crecieron un 28% hasta los 5.380 millones de dólares (834.000 millones de pesetas). Las acciones de la compañía subían un 5% a media sesión en Wall Street.
Según la empresa, los beneficios se deben a que los usuarios de equipos informáticos cada vez demandan más que los ordenadores lleven instalado de fábrica el sistema operativo de Microsoft, lo que automáticamente deja a la compañía un margen de beneficio en la venta. Además, Microsoft asegura que también ha aumentado la venta del paquete de programas Office con la comercialización el pasado mes de junio de la última versión de este producto, Office 2000.Nunca es una sorpresa que Microsoft obtenga excelentes resultados, pero en esta ocasión los analistas del mercado se habían inclinado por unos beneficios más discretos. Los datos se ofrecieron al cierre de Wall Street el pasado martes, pero provocaron un despegue de las acciones de Microsoft en la bolsa de Nueva York en la apertura del miércoles. Las acciones, que habían bajado el día anterior, subieron un 5% e impulsaron el índice del sector tecnológico.
Mejor de lo esperado
En contra de los augurios. Microsoft también superó el miedo del consumidor al efecto 2000; no sólo eso: los gerentes de Microsoft dan por terminadas las posibles repercusiones del efecto 2000 en sus cuentas de resultados y se animan a vaticinar mejores beneficios para el próximo trimestre, cosa poco habitual porque la compañía sistemáticamente predice resultados inferiores a los que luego obtiene. Según Microsoft, a medida que la mayoría de los usuarios y las empresas van actualizando sus sistemas para evitar ese problema informático, aumentarán las ventas de sus productos.
Por otra parte, el juez Thomas Penfield Jackson, encargado de dictar sentencia en la demanda antimonopolio contra Microsoft, ha anunciado que leerá públicamente su primer veredicto "un viernes a las seis y media de la tarde". Penfield Jackson asegura que notificará a las partes dos horas antes la lectura de la sentencia, aunque no les dará a conocer su contenido hasta que no la haga pública. En un comunicado posterior, el magistrado ha indicado que esa ceremonia de lectura pública no será mañana viernes. Con esta decisión, el juez trata de evitar que su sentencia tenga repercusiones en Wall Street.
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