El tornado de La Vega Baja arrasó cultivos en una franja de 10 kilómetros

El tornado que en la tarde del domingo afectó al norte de la comarca de La Vega Baja arrasó todos los cultivos que encontró a su pasó a lo largo de una franja de 200 metros de ancho por 10 kilómetros de largo. El inusual vendaval de viento causó daños en una veintena de casas, coches y enseres en las zonas rurales entre la pedanía de Virgen del Camino (Orihuela) y la vecina localidad de Albatera.

Técnicos de la Consejería de Agricultura y de los municipios afectados inspeccionaron ayer la zona arrasada por el tornado para evaluar los daños. El director de la Oficina de Agricultura de La Vega Baja, Miguel Arias, señaló que la zona afectada por el tornado tiene una superficie de entre 100 y 200 metros de ancho por unos 10 kilómetros de largo, entre los términos municipales de Orihuela y Albatera. "Se han producido daños importantes, debido a la intensidad del tornado. La franja por la que ha pasado ha quedado arrasada", explicó Arias. "Hemos observado daños en árboles, edificaciones y, por supuesto, pérdidas en las cosechas de olivos, almendros y limoneros", añadió el director de la Oficina de Agricultura.Por su parte, el alcalde oriolano, José Manuel Medina, que visitó la zona momentos después de producirse el tornado, incidió también en la magnitud de los daños. Medina subrayó que ya ha iniciado contactos con la subdelegación del Gobierno en Alicante y la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Urbanismo para buscar fórmulas de ayudas a los propietarios de viviendas y a los agricultores damnificados.

El tornado se formó en la pedanía de Virgen del Camino sobre las 17.00 horas del domingo, y se desplazó de oeste a este. El ciclón se tragó todo cuanto encontró a su paso (pájaros, arboles, viviendas), y apenas causó daños personales, salvo heridas leves a dos mujeres y una niña.

Agarrada a un árbol

El tornado provocó el miedo entre los vecinos que lo vivieron, dado lo inhabitual del fenómeno en esta zona. Una de las afectadas, Josefina Pacheco, explicó cómo su hija Raquel, de ocho años, tuvo que soportar el paso del tornado agarrada a un árbol. "Es muy fuerte para una niña haber pasado eso sola. Llegó asustada, con la cara y piernas marcadas por las cosas que le golpearon", relató la madre. La cola del tornado, además, destrozó la vivienda de dos alturas de esta familia. La fuerza del viento fue tal que arrancó la planta superior de la casa, construida de ladrillo, y la desplazó una veintena de metros. Una caravana, aparcada en la calle fue desplazada 100 metros.

Los efectos del tornado y la posterior tormenta que se desató también se dejaron notar en algunas urbanizaciones de las partidas rurales de Elche, informa Joaquín Pérez. El fuerte viento levantó tejados y arrancó árboles y verjas. Además, también se produjo un corte del suministro eléctrico, aunque fue restablecido la misma noche del domingo.