Elorza advierte a Kutxa de que la sala del Kursaal está abierta a otras ofertas

"Ya no va más". El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, ejerció ayer casi de croupier de casino y lanzó ese ultimátum a la Kutxa para que diga si está interesada o no en gestionar la sala de exposiciones del Kursaal, que permanece sin dueño hasta la fecha. "Cada día que pasa es menos evidente que la entidad financiera vaya a gestionar este espacio de 1.000 metros cuadrados", afirmó Elorza. El primer edil no dudó en lanzar el siguiente órdago: "La sala está abierta a otras ofertas".

En el largo pulso que mantienen la Kutxa y el Ayuntamiento de San Sebastián a cuenta de la sala de exposiciones del Kursaal, Elorza envió ayer un nuevo mensaje a la entidad de ahorro para que explique si está interesada o no en gestionar este espacio de 1.000 metros cuadrados que, hasta la fecha, no tiene dueño. "Cada día que pasa es menos claro y evidente que la Kutxa vaya a gestionar esta sala", señaló el primer edil como preámbulo de una conferencia de prensa que anunció para la próxima semana y en la que tiene previsto hablar "largo y tendido" sobre las cuentas de la entidad financiera y su implicación con el Kursaal. El regidor donostiarra pidió a la Kutxa que aclare si su interés por la sala del Kursaal se contempla como algo más que "una obra de caridad o una propina". En cuyo caso, siempre según las palabras de Elorza, deberá desgranar sus propuestas para dotar a esta "magnífica sala" de contenidos. Y lanzó un aviso a la entidad financiera: "Ya no va más con la Kutxa. La sala está abierta a otras posibilidades".

La caja de ahorros ha mostrado su intención, de manera oficiosa, de participar en la gestión de esta sala, pero no como propietaria única, sino englobada en una fundación en la que participarían otros organismos y entidades. En el seno de la Kutxa se están estudiando distintas fórmulas para darle un contenido a este espacio cultural.

Por su parte, Elorza propuso ayer al Consejo de Administración de la Sociedad Kursaal la creación de una fundación que gestione y programe durante ocho meses al año 30 espectáculos culturales, complementarios a los que ya se celebran en este centro en durante el verano. Inspirado en el modelo que sigue el Museo Guggenheim de Bilbao, el proyecto prevé la integración del Ayuntamiento, la Diputación, el Gobierno vasco y otras entidades y empresas en la fundación. El equipo de la Quincena Musical se encargaría de realizar la programación mientras que la plantilla de la propia sociedad Kursaal llevaría su gestión.

La realización de estos 30 espectáculos (15 en el cubo grande y otros 15 en el pequeño) tendría un presupuesto de 300 millones de pesetas, de los que 70 se obtendrían de los ingresos de taquilla. Los 230 millones restantes serían asumidos al 25% por cada institución y las empresas.