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El nuevo hotel de lujo que abrirá Sheraton en Bilbao requerirá una inversión de 4.000 millones

El nuevo hotel de lujo de Bilbao, explotado por la marca Sheraton, requerirá una inversión cercana a los 4.000 millones de pesetas (24 millones de euros), según calculan sus promotores. La instalación, que se ubicará en la nueva área de Abandoibarra, tendrá accionariado vasco en su mayoría y ahora se está negociando con la cadena Starwood -poseedora de la marca Sheraton- el tiempo de explotación, que en ningún caso será inferior a 20 años. Éste será el quinto hotel que se abrirá en Bilbao en los próximos dos años, un aumento de oferta cuestionada en el sector.

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La inversión en el complejo de Abandoibarra será la más importante de los nuevos hoteles que se proyectan en la capital vizcaína: la cadena Silken baraja dedicar 1.000 millones de pesetas (seis millones de euros) para su alojamiento de cinco estrellas junto al Museo Guggenheim, en la antigua sede de los Juzgados de lo Social, cuya inauguración se produciría en el año 2001; Hesperia prevé destinar 700 millones para el complejo de tres estrellas junto a San Mamés, en funcionamiento en agosto de 2000, y otros 2.300 millones (13,8 millones de euros) para otro hotel en Campo Volantín, casi frente al Guggenheim, que estaría disponible en 2001. La sociedad en la que participa el entrenador Javier Clemente dedicará parecido presupuesto al hotel que abrirá en el edificio Albia.Los dueños del futuro Sheraton de Abandoibarra, dos familias bilbaínas propietarias de los terrenos ocupados por el Guggenheim y que recibieron como contrapartida el solar donde se edificará el establecimiento, ultiman todavía con la cadena Starwood los detalles económicos del proyecto. "Puede costar sobre 4.000 millones. Ahora tenemos que atar el tiempo de explotación, que en cualquier caso será un periodo largo como suele ser con estas prestigiosas cadenas hoteleras", señalan los portavoces de las familias Demir e Ibarra.

Como se anunció cuando se decidió la elección del grupo estadounidense Starwood entre siete cadenas aspirantes, el control del hotel recaerá en los propietarios, que serán los accionistas mayoritarios. En un principio se barajó la entrada de más capital vasco, pero, según las fuentes consultadas, se ha descartado y ahora se negocia la participación de algún otro grupo extranjero junto al capital aportado por Starwood.

Los promotores eligieron la pasada semana, como adelantó este diario, al arquitecto mexicano Ricardo Legorreta como el encargado del proyecto constructivo. Este diseñador recibió en junio la medalla de oro de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), un organismo que reúne a diversas asociaciones de profesionales.

Proyecto en tres meses

La intención es que el proyecto esté concluido en un plazo de tres meses con el fin de comenzar la construcción para el verano y abrir el nuevo establecimiento en las navidades del año 2001. "Al estar dentro de las directrices del Master Plan de Pelli [el proyecto diseñador de toda el área de Abandoibarra elaborado por el urbanista argentino], está muy constreñido. Podemos jugar un poco con las fachadas y el interior. Precisamente uno de los motivos de la contratación de Legorreta es que es muy buen interiorista, además de que ha trabajado con hoteles, habla castellano y es un profesional totalmente contrastado", argumentan.

Legorreta ha visitado varias veces Bilbao para conocer la ciudad y la tipología constructiva y esta semana departirá con el Consejo de Administración de la sociedad Bilbao Ría 2000, encargada de gestionar todos los planes de regeneración del área metropolitana.

El nuevo hotel de Abandoibarra dispondrá de 13.000 metros cuadrados de superficie distribuidos en una decena de plantas. Será, junto al proyectado por la cadena Silken junto al Guggenheim y el López de Haro, el tercero de la ciudad con la categoría de cinco estrellas. La previsión es que ofrezca entre 200 y 220 habitaciones.

La necesidad de construir un nuevo edificio impedirá, si se cumplen las previsiones, que se ponga en marcha antes que el complejo de la cadena Silken. Este alojamiento remodelará los antiguos juzgados de Alameda de Mazarredo. Se espera que se inicien las obras de rehabilitación a principios del próximo año con el fin de inaugurarlo en 2001. Ofrecerá entre 100 y 120 habitaciones, además de 80 plazas de garaje. Se ubica en un lugar estratégico de la capital vizcaína, a menos de 50 metros del Guggenheim y con vistas a la pinacoteca en algunas de las habitaciones que se ofrezcan a los clientes.

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