Mecánica de la Peña plantea una suspensión de empleo rotatoria
La dirección de la empresa vizcaína Mecánica de la Peña comunicó ayer a los sindicatos su intención de acometer un expediente de suspensión de empleo que afectará a toda la plantilla de forma rotatoria. Esta medida, que se había barajado con anterioridad, se adopta, según la empresa, ante la falta del volumen de trabajo suficiente para mantener ocupados a los 428 operarios que componen la plantilla.Esta comunicación se produce poco después de que los directivos de Mecánica entregaran al comité de empresa el borrador del plan industrial que pretende rescatar a la compañía de una situación de crisis que se plasmó con la declaración de suspensión de pagos en mayo pasado.
Representantes sindicales adelantaron a Europa Press que se negarán a negociar el proyecto si la empresa no garantiza la existencia de la partida económica que lo financie y del socio concreto que lo respalde. Así se lo transmitirán a los dirigentes de Mecapeña en la reunión que mantendrán la próxima semana, de forma previa a la firma de la comunicación legal para el inicio de consultas que da paso a las negociaciones para aplicar el expediente de suspensión de empleo.
Un mes de plazo
A partir de esa jornada, sindicatos y representantes de la empresa cuentan con un mes para llevar a cabo el expediente de forma consensuada, ya que, en caso contrario, sería la Delegación de Trabajo la que mediaría en el asunto o adoptaría una determinación al respecto. Una vez aprobado, el expediente dispondría que un número de empleados de la compañía ubicada en Urduliz mantuviera la actividad durante un determinado de tiempo, mientras el resto de los trabajadores pasarían a cobrar el subsidio de desempleo. Esta dinámica se repetirá de forma rotatoria.
Sin embargo, la viabilidad de la empresa depende, según las centrales, de que se materialicen aspectos destacados del plan industrial. En la puesta en común que realizaron a última hora de ayer, los sindicatos acordaron trasladar a los responsables de la compañía "que se pongan sobre la mesa las garantías suficientes para que, si se entra a negociar el plan, se pueda llevar a cabo". Los aspectos concretos serían la localización de un socio inversor y la confirmación de quiénes financiarán el plan.
"No vamos a entrar a negociar una situación tan traumática sin tener garantías de que se luego se va a poder cumplir", aseguraron las citadas fuentes. Una vez concretados ambos aspectos, las centrales se mostrarían dispuestas a aceptar el plan como documento de trabajo y, a partir de entonces, negociar el excedente. El plan que entregó la dirección a los sindicatos el pasado 29 de septiembre prevé un recorte de plantilla de 228 de los 428 empleados, así como la aportación económica de 3.000 millones de pesetas que deberían ser puestos por un nuevo socio industrial y las instituciones.
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