Un sabotaje en el repetidor del monte La Rhune deja incomunicada la mitad del País Vasco francés
Un incendio provocado en la torre del repetidor de comunicaciones instalado en la cima del monte La Rhune, en la frontera franco-española, dejó incomunicada a la mitad de la población vascofrancesa, que quedó privada de televisión y de radio, además de afectar a los teléfonos móviles. El atentado se produjo de madrugada, mediante un sistema de mecha lenta y líquido inflamable activado con detonadores pirotécnicos que causó cuantiosos daños en un repetidor. Aunque no ha sido reivindicado, la policía orienta sus sospechas hacia los grupos abertzales de la región.
El monte La Rhune (Larrun en euskera), situado en plena frontera franco-española, alcanza los 900 metros y constituye una atalaya privilegiada. Cerca de la cima están ubicadas las instalaciones de un complejo equipo de transmisiones, así como un repetidor, que ayer sufrieron cuantiosos daños en su interior a consecuencia de un incendio provocado por desconocidos.El sabotaje se produjo de madrugada. Los autores accedieron al interior de las instalaciones atravesando la valla metálica en una zona que corresponde a la parte española del monte, según señalaron ayer fuentes francesas. El fuego fue provocado al activar con detonadores pirotécnicos el cordón de mecha lenta y el líquido inflamable que habían previamente extendido alrededor del repetidor que contiene los equipos de cadenas de televisión y radio, así como de algunos servicios públicos, entre ellos los de la policía y la telefonía móvil. "Fue un trabajo de profesionales", dijeron fuentes de la investigación.
El incendio causó importantes daños materiales en el interior de las instalaciones, al pie de la inmensa torre que se divisa desde kilómetros a la redonda. Cerca de la mitad de los habitantes de la región vascofrancesa -más de 100.000 personas, según las estimaciones iniciales-, se quedaron sin comunicaciones por ondas hertzianas. Los afectados no pudieron ver el partido de la Copa del Mundo de Rugby que disputaba ayer la selección francesa contra la de las Islas Fiji al no disponer de la señal de televisión ni pudieron escuchar la radio ni comunicarse a través de los teléfonos móviles.
A la hora de concretar la autoría de este importante sabotaje aún sin reivindicar, existía una actitud prudente en los medios policiales franceses, que se resistían a aventurar hipótesis. Las investigaciones sobre el ataque corresponden a la Policía Judicial de Bayona, que se desplazó al lugar del atentado, así como agentes de la Guardia Civil desde la parte española.
La elección del monte La Rhune para realizar un acto de sabotaje con consecuencias directas sobre la población vascofrancesa constituye un hecho simbólico que orienta las sospechas hacia las organizaciones terroristas vascas, ETA e Iparretarrak, y especialmente hacia algunos de los grupos satélites en los que han descargado los actos de violencia de baja intensidad.
Situado entre Francia y España y en el mismo corazón de la "Euskal Herria unida" que reivindica el mundo nacionalista vasco, este monte es todo un símbolo en la región vascofrancesa. Precisamente hoy está convocada en Bayona, la capital, una de las mayores movilizaciones -se esperan que se concentren unas 10.000 personas- en favor de un departamento propio para el País Vasco francés, exigencia en que se concreta la reivindicación de autonomía de la región.
La coincidencia del sabotaje con el momento en que la población nacionalista vascofrancesa culmina esta movilización hace recaer las sospechas policiales sobre la organización juvenil de la izquierda abertzale francesa, Gazteriak (Jóvenes), el equivalente en Francia de Jarrai. Los dirigentes de esa organización, constituida hace cinco años en el sur de Francia, han sido algunos hijos de dirigentes etarras que han sido procesados y condenados por realizar actos de sabotaje contra instalaciones y coches de la policía francesa.
Por otra parte, el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, afirmó en relación con este sabotaje que si ETA estuviera realizando atentados "efectivamente podríamos estar ante un cambio". No obstante, subrayó en varias ocasiones, "hay que esperar", informa Luis R.Aizpeolea. Piqué se mostró muy cauto. El portavoz aseguró que hay que esperar a que la policía francesa concluya sus investigaciones y saque sus conclusiones. "En estos momentos no tenemos constancia", afirmó Piqué, de que se esté produciendo ningún cambio respecto a la tregua indefinida de la organización terrorista vigente desde hace poco más de un año.
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