Maragall promete que no utilizará la corrupción como arma electoral

El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, prometió ayer que no utilizará casos de corrupción de los partidos adversarios porque no desea hacer una campaña "como la que hizo José María Aznar contra Felipe González" en las elecciones de 1996.Maragall explicó, en una entrevista a la cadena SER, que no quería entrar en la polémica generada por haber mencionado los antiguos "vínculos" entre Jordi Pujol y el empresario Javier de la Rosa, y dijo que los casos de corrupción "son asuntos muy delicados, que hay que tocar con muchos documentos en la mano".

El candidato afirmó que no quería convertir esta cuestión en "carne de campaña" como hizo el PP con el PSOE. "Me basta con saber que la gente lo sabe, a veces una ironía, una alusión, basta. Nosotros no vamos a hacer una campaña como la de Aznar con Felipe", añadió.

"No tengan miedo, que eso no va a pasar", agregó el candidato, quien se mostró convencido de que el PP no conseguirá mejorar sus resultados en Cataluña. "Aquí la derecha es CiU, y siempre una derecha local y respetable, y CiU lo es, tiende a superar a una derecha más global porque tiene el acento del lugar".

Maragall también acusó a los dirigentes de CiU de intentar "desmarcarse del concepto de nación" que hasta ahora defendían, y puso como ejemplo el lema de la coalición para las elecciones del 17 de octubre: En Cataluña, primero las personas.

Maragall paseó ayer por la tarde por la Rambla del Poblenou de Barcelona, donde improvisó un mitin subido a un banco. El candidato socialista congregó a medio centenar de personas del barrio, a quienes pidió el voto prometiendo que realizaría en Cataluña la misma transformación que registró el Poblenou desde 1983, bajo su mandato como alcalde. Antes de dirigirse a la inauguración del Liceo, entró en una peluquería local y pidió a la propietaria que le peinara, lo que la mujer hizo muy gustosa.