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Dinero barato

El mercado de valores español necesitó esperar a que el BCE confirmara que los tipos de interés se mantienen en la zona euro para sumarse a la orientación alcista del conjunto de las bolsas. Había algunas posibilidades, muy pocas, de que se produjera un ajuste al alza en el precio del dinero, pero la publicación del índice de confianza en el sector industrial aclaró las cosas. En Francia y el Reino Unido la confianza mejoró en cuatro puntos, en España lo hacía en tres y en Alemania hubo un "prometedor repunte".Así las cosas, la rentabilidad de la deuda española a 10 años llegó hasta el 5,49% en el mercado secundario, lo que era récord anual, para terminar en el 5,44%. La presión del papel en este mercado es similar a la que se produce en la bolsa, aunque ayer las instituciones aprovecharon la confusión para aparentar que también para la inflación española es bueno que el dinero siga tan barato. En el mercado primario, el Tesoro público tuvo que seguir elevando la rentabilidad de los activos a medio y largo plazo, y los bonos a tres años subieron 0,31 puntos, hasta el 4,587%. Las obligaciones a 10 años se ajustaron al nivel del mercado y ofrecieron el 5,504%, con una subida de 0,231 puntos.

La respuesta del día anterior en Nueva York no encontraba continuidad en esta última sesión, ya que si bien los inversores se están acostumbrando a toda prisa a la idea de unos tipos de interés más altos, la relativa facilidad con que la bolsa ha bajado 1.000 puntos en un mes pesa en el ánimo y obliga a aumentar las precauciones. Wall Street cerró con una caída del 0,48%.

La contratación en el mercado continuo fue de 123.505 millones de pesetas efectivas, 742,28 millones de euros, con algunas operaciones de lavado de cupón sobre títulos del BBV. Una vez cerradas las bolsas europeas, el mercado estadounidense se mantenía con un discreto recorte de dos puntos de difícil interpretación para los analistas.

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