El fiscal Mena cree que no se ha producido un rebrote de las actitudes xenófobas

VIENE DE LA PÁGINA 1 Con relación a estas detenciones, el fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, aseguró ayer en declaraciones a este diario: "Prefiero pensar que se trata de un éxito policial tras una investigación de meses a que se ha producido un rebrote de conductas xenófobas". En este sentido, anunció que "si se siguen produciendo comportamientos como éstos, serán debidamente neutralizados y perseguidos por la policía". El fiscal jefe considera que las actitudes racistas y la xenofobia son "una patología social" y precisó que "la democracia debe convivir con sus enemigos. Ésa es su debilidad, pero también su grandeza".

Mena añadió que no se persigue a nadie "por los pelos que lleva, ni por sus atuendos, aunque haya algunos que nos pueden parecer inquietantes a quienes vestimos de otra manera". En su opinión, "el concepto de alarma social que el Tribunal Supremo considera inaplicable para los delitos de cuello blanco es perfectamente aplicable a estas conductas y es lógico que quienes las padecen estén atemorizados".

Antes de que la juez de Barcelona resolviese sobre la situación de los siete detenidos que pasaron a su disposición, se practicó en el juzgado de guardia una rueda de reconocimiento para identificar al supuesto autor de la agresión sexual, el hecho más violento de los que se les acusa. La víctima tuvo que ser atendida de un ataque de histeria en el edificio de los juzgados. Tras la rueda de reconocimiento, la juez volvió a tomar declaración a uno de los detenidos antes de decidir sobre su ingreso en prisión.

En medios judiciales se explicaba ayer que alguna de las acciones de los skins no tenían un móvil xenófobo, pues las víctimas no responden a los objetivos habituales de los rapados. Del mismo modo, fuentes cercanas a la investigación descartaron que los detenidos tuvieran relación con los incidentes xenófobos ocurridos el pasado mes de julio en el barrio de Ca n"Anglada, en Terrassa. El Ayuntamiento de esta ciudad anunció ayer que se personará en la causa abierta contra estos skins, informa Cristina Andreu.

Igualmente, fuentes judiciales consideran que no existen pruebas suficientes para atribuir a los detenidos el agravante de banda organizada, aunque la policía discrepa de esa opinión y recuerda que los jóvenes tenían un líder y pertenecían a un grupo con unos estatutos y una jerarquía.

Durante sus declaraciones en el juzgado de guardia todos los detenidos negaron su participación en los hechos, pero admitieron conocerse de vista por haber coincidido en diversas ocasiones en el campo de fútbol del Real Club Deportivo Espanyol, por lo que es muy probable su vinculación al grupo radical de seguidores Brigadas Blanquiazules.

Dos de los detenidos son universitarios. En concreto uno de ellos estudia quinto curso de Física y el otro segundo de Empresariales. La procedencia social de los detenidos es variada. Entre ellos predominan los pertenecientes a la clase media y a la baja, pero uno de ellos vive en la parte alta de Barcelona, junto al paseo de la Bonanova. Respecto a sus trabajos, la mayor parte de los arrestados tienen trabajos esporádicos y precarios, hay algunos que trabajan en la construcción y uno es mecánico.

La policía da por desarticulado todo el grupo, aunque el caso sigue abierto. Los agentes prosiguen con sus investigaciones porque hay que esclarecer numerosos delitos que llevan el sello de la violencia ultraderechista de los detenidos.