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EXCURSIÓN PARQUE DEL ALAMILLO

Una parada en las rutas migratorias

Alejandro Bolaños

Otoño es, para los amantes de las aves, un tiempo de festín para los sentidos. En esta época de paso, cientos de miles de pájaros del norte de Europa, e incluso de las regiones españolas más septentrionales, inician un viaje que les llevará a zonas más cálidas donde guarecerse durante el invierno. En estas rutas migratorias, los humedales andaluces son para algunas especies el destino final de miles de kilómetros de vuelos. En otras muchas ocasiones, miles de ejemplares se toman un respiro de unos días en estos parajes para alimentarse y descansar antes de seguir su peculiar peregrinación al sur, más allá de las costas norteafricanas.En este mapa de las migraciones, el río Guadalquivir es una de las autopistas más transitadas y, según avalan recientes estudios ornitológicos, el parque metropolitano del Alamillo, en Sevilla, un área de servicio muy frecuentada. El Grupo Ornitológico del Sur, asociación integrada en Ecologistas en Acción, se ha tomado 12 meses para elaborar un estudio-censo de las aves que acoge este parque metropolitano de 50 hectáreas, ubicado en un extremo de las instalaciones de la Exposición Universal de 1992, ahora reconvertidas en complejo empresarial. "Hemos identificado un centenar de especies distintas", corrobora Humberto Garfio, presidente de la asociación. La variedad y el número de ejemplares que los ornitólogos han reseñado son similares al registrado en espacios naturales protegidos de la región, con la salvedad de que el Alamillo se encuentra a corta distancia de carreteras habitualmente colapsadas por el tráfico.

La ubicación del parque es, según Garfio, una de las claves de su éxito entre las aves: "Al estar entre la dársena del Guadalquivir y su cauce natural el agua lo rodea por los dos lados además de la que hay en los dos lagos interiores". El presidente de este grupo ecologista suma a la situación del Alamillo "el buen estado de conservación" del matorral mediterráneo que cubre la mitad de la superficie del parque. "La fructificación otoñal del madroño, el lentisco o la acebuchina ofrece a las aves una gran cantidad de grasa vegetal", explica. La imbatible dieta se completa con la nube de insectos que suele acompañar a esta combinación de agua y flora.

Para identificar las especies que pasan por el parque, se han realizado en un año 6.000 anillamientos, una tarea que en más de una ocasión ha sorprendido a los ornitólogos: el grupo de Garfio ha rescatado ejemplares de currucas capirotadas belgas, carricerines ingleses y pachiazules franceses. Los anillos foráneos en las patas de algunos ejemplares constatan el atractivo del parque para las aves del centro de Europa. "Los hemos capturado con redes japonesas y cepos-malla para evitar hacerles daño", detalla el ornitólogo.

El Alamillo es eminentemente un parque urbano, en el que los coches comparten caminos con las bicicletas, y los ruidos y humos del tráfico cercano se filtran en la barrera natural de encinas y alcornoques. Una pujante colonia de cotorras argentinas (se han encontrado nueve nidos) certifica el carácter cosmopolita del parque y, de paso, aclara que las aves exóticas, que escapan de las jaulas sevillanas, no vuelan muy lejos.

Los especialistas destacan también que el torcecuellos (el más pequeño de la familia de los pájaros carpinteros) y el martín pescador (que encuentra su alimento en la ribera del Guadalquivir) son inquilinos habituales del Alamillo, lo que confirma las buenas condiciones ambientales de este paraje público: ambas especies son lo que los científicos conocen por indicadores de vida o bioindicadores. El diminuto abejaruco o incluso algunas solitarias rapaces, como el águila pescadora o el cernícalo, son otras muestras relevantes de la amplia colección de aves que viven en este parque.

Datos de interés. El parque está situado en un extremo de la isla de La Cartuja. Los domingos está prohibido el uso de coches en el parque. La dirección organiza actividades para colegios de la provincia y, ocasionalmente, rutas y talleres ornitológicos. Más información en el teléfono: 954 46 23 33.

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