La Junta presenta un plan contra la erosión en Almería, Granada y Málaga

José Luis Blanco, consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, presentó ayer en Málaga un proyecto de lucha contra la erosión y la desertificación en la cuenca sur occidental, que incluye 105 municipios de Almería, Granada y Málaga. El plan, por valor de 3.153 millones de pesetas, está financiado en un 75% por los fondos europeos Interreg; el 25 % restante lo pone la Junta. Ahora está en fase de licitación, y se prevé que se adjudique en noviembre. Se pondrá en marcha antes de fin de año y acabará de ejecutarse en el invierno del 2001.La zona en que se implantará el proyecto -marcada por precipitaciones escasas e irregulares y un relieve abrupto- está muy castigada por la erosión: en el 11% de su superficie el riesgo es extremo, y se pierden más de 100 toneladas de suelo por hectárea y año; en otro 25% el riesgo es alto, y se pierden más de 50 toneladas por hectárea y año. Para paliar esta situación se han arbitrado varias medidas. Se repoblará un total de 4.568 hectáreas con especies autóctonas del bosque mediterráneo, como encinas, quejigos, pinsapos o acebuches. Si el suelo está muy degradado, se utilizarán especies de crecimiento rápido (pinos) en la primera fase.

También se intervendrá en 6.747 hectáreas de terreno ya arbolado, mejorando su estado con tratamientos silvícolas. Se arreglarán 714 kilómetros de caminos forestales y se construirán presas de pequeño tamaño hasta un total de 3.651 metros cúbicos. Según Blanco, se crearán entre 300.000 y 350.000 jornales, en un año en el que la sequía ha menguado las peonadas agrícolas.

Política forestal estable

Este proyecto es parte de uno de ámbito más amplio, pensado para frenar la erosión en toda la comunidad autónoma. Para este plan global, explicó Blanco, el ministerio de Medio Ambiente había prometido conseguir 7.000 millones de fondos de cohesión, "promesa que no ha cumplido". El consejero lamentó que no haya fondos específicos que den estabilidad y continuidad a la política forestal, y puso un ejemplo: los fondos Interreg, destinados a las áreas fronterizas de Europa, sólo pueden financiar el proyecto en las provincias costeras, en contacto directo con el Mediterráneo. "No podemos hacer lo mismo en Sevilla o Jaén", señaló.

Blanco se mostró favorable a la idea de implantar una ecotasa, es decir, un impuesto fijo que pagarían los turistas, y que se destinaría a la conservación y regeneración ambiental; calculó que, por este concepto, Andalucía podría recaudar entre 10.000 y 20.000 millones al año. El consejero anunció que ya mantiene contactos con los propulsores de esta iniciativa en Baleares; insistió en que la ecotasa está aún en estado embrionario, y que no podría ponerse en marcha sin conseguir previamente un consenso con todos los sectores implicados, sobre todo el hostelero. "En cualquier caso, esto trasladaría un buen mensaje a los turistas, el de que nos preocupamos por el medio ambiente", concluyó.