Bono tramita el cierre de tres industrias del lino por "graves irregularidades"

El Gobierno de Castilla-La Mancha, que preside el socialista José Bono, ha iniciado los trámites para cerrar tres de las cuatro empresas transformadoras de lino que operan en la comunidad autónoma. La decisión se ha tomado después de que la investigación efectuada por los servicios de la Consejería de Agricultura descubriera en las tres empresas "gravísimas irregularidades", según dijo ayer en Toledo el consejero Alejandro Alonso. "No son creíbles las certificaciones de las empresas transformadoras", añadió. Entre las empresas cuyos cierres se tramita están Colisur 2000, propiedad de la familia de Nicolás López de Coca, que dimitió como presidente del Fondo Español de Garantía Agraria al estallar el escándalo, y Colino, a cuya dirección estuvo vinculado Gonzalo Ruiz Paz, que dimitió por el mismo motivo como director financiero de la empresa pública Mercasa. Estas dos industrias, y también Celytex, habrían certificado, según la inspección, cantidades muy superiores a las realmente transformadas en sus plantas para incrementar las ayudas comunitarias a percibir. Como consecuencia de estas irregularidades, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha solicitado a la Unión Europea que sólo pague el 25% del importe de las ayudas al lino en la campaña 1998-1999. Ese porcentaje es el que corresponde a las ayudas a la producción. Por tanto, se pide que Bruselas no abone las subvenciones por la transformación del cultivo. La previsión de pago que había hecho la Consejería de Agricultura para esta campaña era de 3.200 millones de pesetas, que la Junta castellano-manchega quiere reducir hasta 800. La medida ha sido criticada por las organizaciones que representan a los agricultores.