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Un juez investiga la muerte de un niño en un avión de Sabena

La Justicia belga ha abierto diligencias por homicidio involuntario tras la muerte el pasado sábado de un niño angoleño enfermo que viajaba en un avión de la compañía Sabena desde Kinshasa, la capital de la República Democrática de Congo. Antonio, de 5 años, formaba parte de un grupo de cuarenta y siete niños, víctimas de la guerra civil angoleña, que iban a recibir tratamiento en un hospital de Alemania. El niño murió asfixiado mientras dormía, media hora antes de que el avión aterrizara en el aeropuerto de Bruselas, según reveló la autopsia.El pequeño, al que se le había practicado una traqueotomía, sufría una doble neumonía e inflamación aguda de la membrana del pulmón, no iba acompañado por ningún médico durante el vuelo. La Justicia belga trata de establecer la responsabilidad en el hecho de la compañía aérea y de la organización no gubernamental alemana Friedensdorf Bildungswerk, que se encargaba del traslado de los niños a Alemania. Dicha ONG radicada en Essen organiza desde hace tres años los traslados de niños víctimas de la guerra para su asistencia en Alemania. En el vuelo del sábado los niños iban acompañado por tres asistentes sociales.

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