El Banco de España acelera la aplicación de la norma que exige más fondos a la banca
El Banco de España quiere poner en marcha cuanto antes la nueva circular que obliga que los bancos y las cajas aumenten las provisiones y coberturas de los créditos. Después de varios encuentros con altos ejecutivos de entidades financieras mantenidos a lo largo del mes de septiembre, ha dado por cerradas las negociaciones, y su intención es que la norma se aplique este mismo mes de octubre una vez recibidas las bendiciones definitivas del gobernador y del Gobierno. La circular, cuyo objetivo final es que cualquier repunte de la morosidad no genere problemas a las entidades, cuenta con el respaldo de Economía.
Guardar para cuando no haya. Ése es el mensaje de la nueva circular de aplicación a bancos y cajas de ahorros que el Banco de España quiere que entre en vigor de manera inmediata, posiblemente este mismo mes.Tras diversos contactos con representantes tanto de las principales entidades afectadas, como de la Asociación Española de Banca Privada (AEB) y de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), el Banco de España ha dado prácticamente por cerrada la negociación sobre la futura norma. De hecho, sólo está pendiente de la última revisión por parte del gobernador, Luis Ángel Rojo, que estuvo la semana pasada en la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
La norma, que no ha sufrido sensibles variaciones a lo largo del proceso negociador, consiste básicamente en un aumento de las reservas destinadas a provisiones y coberturas de los créditos. El Banco de España entiende que la actual situación (sólido crecimiento económico, morosidad en mínimos históricos -1,20% del total de los créditos en bancos y 1,55% en cajas- y robustos beneficios) es ideal para que las entidades realicen un esfuerzo y se blinden para cuando lleguen tiempos peores.
En concreto, la futura circular (que modifica la 4/91 sobre Normas de Contabilidad y Modelos de Estados Financieros) exige una nueva valoración que supone un aumento de las provisiones por riesgo, país e insolvencias; reclama una cobertura más amplia de los riesgos y un recorte de los plazos para considerar un crédito como moroso, e incluye la constitución de una nueva figura, el Fondo de Estabilización y Cobertura de Solvencias, que aumentaría las provisiones en una media ponderada del 0,7% del saldo crediticio. El borrador de circular sobre el que se ha debatido estipula que este año entre en vigor al 25%, al 50% en el 2000 y en su totalidad en el 2001.
El Gobierno apoya absolutamente esta nueva norma. El Banco de España no está obligado a consultarle ni a someter las decisiones que adopte a su aprobación, pero lo lógico es que lo haga siempre, sobre todo cuando son medidas de calado como éstas. No hay que olvidar que fue el propio Ejecutivo el que le dio al banco la potestad de controlar la política monetaria.
En este caso, el secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, ha estado presente en varias de las reuniones con altos ejecutivos de bancos y cajas en las que el tema central ha sido el desarrollo de esta circular. En Economía, que aún debe determinar el tratamiento fiscal de estas nuevas provisiones, se piensa que estas medidas contribuyen a fortalecer el sistema financiero y que incluso pueden ayudar a frenar el espectacular incremento de las peticiones de crédito, que en estos momentos está a un ritmo anual cercano al 20%.
Los bancos y las cajas, por su parte, han recibido esta nueva norma como un mazazo. La consideran excesivamente rígida. Creen que puede tener un serio impacto su cuenta de resultados. Los primeros cálculos apuntan a que los beneficios del conjunto del sistema, que el año pasado sumaron casi 1,3 billones de pesetas, pueden disminuir en unos 300.000 millones. Ello, advierten, podría repercutir en una subida de los tipos que se aplican a los créditos, tanto al consumo como hipotecarios.
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